Indefendibles los señores del Poder Judicial
Con la presente crisis derivada de los exagerados sueldos que reciben los altos funcionarios del Poder Judicial, está resultando la imperiosa necesidad de una revisión general de las funciones y manejo de dicho Poder que siempre se ha considerado como una institución prácticamente inatacable e inexpugnable aun conociendo que su quehacer en términos generales ha adolecido de graves fallas y que invariablemente se ha conducido conforme a los intereses del Poder Ejecutivo del viejo régimen.
Desde mi punto de vista, la postura que han asumido los ministros de la Corte, los magistrados y los jueces en general es inadmisible, dado que los sueldos que reciben son exageradamente altos si tomamos en cuenta que sobrepasan con mucho a los sueldos que reciben la mayoría de los funcionarios públicos con responsabilidades igual de delicadas que las de los impartidores de la justicia.
Hasta ahora los funcionarios del Poder Ejecutivo y los del Poder Legislativo han estado de acuerdo en que su salario sea menor que el del Presidente de la República que definitivamente no es cualquier salario, pues ganar 100 mil pesos mensuales ya es un ingreso muy importante para cualquier funcionario del más alto nivel sobre todo si se toma en cuenta la situación socio-económica del país.
Mucha razón tiene el Presidente López Obrador al reclamarle a los señores ministros de la Corte que tengan en su recinto y de manera por demás destacada la figura del Lic. Benito Juárez, quien recomendaba a los funcionarios del gobierno se acostumbraran a vivir en la “justa medianía”.
Por otra parte, y muy lamentable que sean los partidos políticos PRI, PAN y PRD los que estén alentando la “rebelión” del Poder Judicial. Llama la atención la ceguera de los dirigentes de dichos partidos al apoyar que los señores del Poder Judicial sigan recibiendo esos sueldos y prestaciones insultantes para la mayoría de los mexicanos. Creo que agarraron un pésimo tema para tratar de demostrar públicamente su papel “opositor”. Seguramente la mayoría de los suyos (no todos) están aplaudiendo tales posturas sin advertir que la ciudadanía, que rechaza totalmente este abuso desmedido de ministros, magistrados y jueces, se los va a cobrar en las próximas elecciones.
El asunto se ve difícil de resolver desde el punto de vista jurídico, pues hasta los expertos así lo plantean, ya que en la propia Constitución hay contradicciones al respecto. Ojalá y los señores del Poder Judicial pronto entiendan que desde todos los puntos de vista están más débiles que los otros dos Poderes (Ejecutivo y Legislativo) contando éstos últimos con el apoyo mayoritario de la ciudadanía que es en última instancia de donde dimanan los tres Poderes de la Unión.
Igualmente importante, como decimos al principio, es la derivación y consecuencias que están resultando de esta controversia, ya que se impone una revisión a fondo del Poder Judicial justamente ahora que está iniciando la Cuarta Transformación del país.
Héctor Astorga
Comarca Lagunera
