Vive bajo amenazas

Las dos denuncias interpuestas y la orden de protección dada en el Centro de Justicia para la Mujer han sido insuficientes para garantizar la seguridad de Blanca y sus tres hijas, ante la amenaza de su expareja, Juan, un hombre con problemas de adicciones que el pasado primero de enero incendió su vivienda y quien goza de total impunidad, hasta el momento.

Precisamente las organizaciones civiles de mujeres han denunciado que las políticas públicas aplicadas, y las acciones ejecutadas con el proceso de Alerta de Género, no han sido suficientes para lograr que las laguneras vivan libres de la violencia machista que tiene en peligro la vida de esta mujer y sus niñas.

HISTORIA

Blanca narra que el primer intento de su expareja por quemar su hogar, ubicado en una colonia del sur de la ciudad, sucedió en el mes de octubre del 2017, por lo que interpuso la primera denuncia en su contra. Después de que el hombre la golpeara, en noviembre de este año presenta la segunda denuncia y Juan pasa tres días detenido, pero con fianza sale en libertad. En esa ocasión le dan una orden de restricción en la que teóricamente, si se acerca a la mujer a cierta distancia, puede ser aprehendido y enviado al Cereso sin derecho a fianza.

Pero poco le importó, pues violó la restricción cuando quiso y, aunque ella refiere haber hablado a la Policía, dice no haber recibido respuesta.

La última vez que tuvo contacto con él fue el pasado 1 de enero cuando su suegra se lleva a sus hijas para festejar el inicio de año.

"Yo llego por ellas y él me da también el abrazo. De rato entran y me dicen que Juan me está esperando afuera y yo hago tiempo para que él se vaya y ya cuando salgo, al momento de venir a mi casa, lo miro parado en otra cuadra y no llego, me voy con mi tía".

"Va a buscarme y me empieza a chiflar, pero sigo sin hacerle caso, sino que cuando salgo me hace señas de que a las tres (llamadas le haga caso), sino 'cuello'. De rato se va. A los 20 minutos, llegan por mi en un carro y me dicen que mi casa se está quemando".

Los vecinos son quienes le narran que su esposo le prende fuego a la casa y se retira del lugar una vez que llegan los bomberos y las unidades de seguridad.

MÁS NEGLIGENCIA

Para protegerse y que la pérdida de su casa no quede impune, Blanca acude al Ministerio Público que se encuentra en el Centro de Justicia para levantar una nueva denuncia. El personal que la atiende le dice que la propiedad no está a su nombre, sino al de su madre, por lo que sería ella quien tendría que denunciar, pero en la Fiscalía. Además le dicen que la Ministerio Público que lleva su caso regresa mañana viernes de vacaciones, por lo que deberá esperarla para ver qué se puede hacer.Lo que sí le ofrecen es un refugio para mujeres, en donde comenta que ya estuvo internada tres meses, pero rechaza el ofrecimiento debido a que sus hijas lloraron mucho durante el encierro.

En la plática, ella habla más sobre la pérdida de su patrimonio, un cuarto y un jacalito con muebles, ropa y algunas pertenencias. Dice que pedirá apoyo para construir otro cuarto, pues teme que su expareja, de quien refiere es adicto al cristal, regrese y queme el lugar. No habla de la negligencia del Estado, quien está obligado a garantizar su seguridad y hasta ahora no ha cumplido. Tampoco del peligro que corre la vida de ella y sus hijas, a pesar de estar latente.