El presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados, Feliciano Flores Anguiano, señaló que urge una legislación sobre el agua acorde con las necesidades del país, que aborde las problemáticas de abasto, drenaje y saneamiento, así como de infraestructura hidroagrícola. (ARCHIVO)
El presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento de la Cámara de Diputados, Feliciano Flores Anguiano, señaló que urge una legislación sobre el agua acorde con las necesidades del país, que aborde las problemáticas de abasto, drenaje y saneamiento, así como de infraestructura hidroagrícola.
Afirmó que para elaborar la propuesta, a partir del próximo período de sesiones ordinarias, se realizarán foros con productores, académicos, ambientalistas y legisladores.
“Es urgente la ley por las condiciones en que estamos y que empeorarán, pues cada día somos más habitantes y el agua se reparte entre más personas; la necesidad aumenta y el vital líquido es el mismo”, comentó el diputado de Morena.
Indicó que existe un rezago en infraestructura, por lo que se requiere atender este problema; de lo contrario “llegará el momento en que no habrá recursos, cada día se deteriorará más y colapsará en algunos años”.
Flores Anguiano consideró que las redes de agua potable y drenaje están en su mayoría obsoletas, ya que tienen 40 o 50 años de antigüedad y la población aumenta, por lo que el requerimiento es más y lo mismo pasa con la infraestructura de saneamiento, donde cada día hay más complicaciones.
Precisó que en el campo mexicano es prioritario tecnificar el riego para impulsar y aumentar la producción de alimentos y no tener que comprarlos en el extranjero, “se tiene que sembrar y cosechar con menos agua”, optimizando el recurso.
Flores Anguiano afirmó que ante el cambio climático, la tecnificación del riego permite producir más que el temporal; por ello es preciso invertir en el mejoramiento de la infraestructura hídrica.
El diputado de Morena añadió que el problema del sector se debe a la falta de cultura de cuidado, aprovechamiento y saneamiento del agua, por lo que “sociedad, industriales, gobierno, académicos, investigadores, productores y escuelas debemos ser copartícipes, para evitar su contaminación y desperdicio”.
