'Mi mayor regalo sería ver a mis hijos'

Hoy es Nochebuena y pocos adultos mayores acogidos en el Asilo de Ancianos del Sistema DIF de Gómez Palacio se irán con sus familias a festejar. Sin embargo, algunos de ellos tiene historias conmovedoras y cargadas de tristeza, y debido a que sufren de abandono, se quedarán en esta estancia a la comida navideña que mañana 25 de diciembre se les tiene preparada.

Don Juan López Romero de 74 años, pasará su primera Navidad en el asilo pues llegó hace siete meses luego de estar hospitalizado. "Me la pasaba viviendo aquí y allá, me gustaba mucho la obra, hacer las casas, los techos, pero me fregué las rodillas y ya no se pudo".

Para esta Navidad, el hombre que se sostiene de un bastón, tiene una lista de pequeños deseos. Le pide a Dios que le dé fuerza y salud para seguir adelante y que sus hijos Érika y Juan lo vayan a ver.

"Mi mayor regalo sería ver a mis hijos. A lo mejor no saben que estoy aquí, están en Santa Sofía, yo les digo que se porten bien, que los quiero mucho y que tengo deseos de verlos. Las puertas del asilo están abiertas para cuando quieran venir y si necesitan una ayuda se las puedo dar", expresó con la voz entrecortada.

Don Enrique Muñoz es de Aguascalientes y comenta que en febrero de 2019 cumple 77 años. Tiene dos meses y una semana de haber llegado al asilo y lo hizo porque sufrió una quemadura que se complicó porque sufre de pie diabético.

Cuenta que tiene 18 años de haber migrado a Gómez Palacio y que pese a que no ha tenido contacto con sus seis hijas, se siente feliz por el buen trato que recibe en el asilo.

Don Enrique actualmente se traslada en una silla de ruedas y no abandona su coquetería. Se considera guapo y dice que se siente "como teniente, si nomás por el pie sino ya anduviera baile y baile y jugando billar".

Reyes Serrato Bañuelos tiene 88 años y estos últimos días ha estado algo enfermo del estómago. También padece úlcera varicosa. "Me puse malo y casi me iba", comentó.

El señor llegó hace medio año al asilo. Antes era panadero y su patrón le daba permiso de quedarse a dormir en un cuarto. "Mis hijos están en Durango, hace unos cinco o seis años que no los veo, no sé dónde están. Deseándoles que estén bien todos y que pasen una feliz Navidad, quiero que sepan donde estoy para el día que gusten venir a verme", añadió.

Otro adulto mayor es don Juan, de 80 años y que tiene problemas para escuchar. Él llegó después de sufrir una embolia y fue llevado por una sobrina, hace seis años.

"Estoy aquí y lo valoro. He aprendido a portarme bien y a convivir con la gente. A Dios no le pido dinero, le pido salud, les deseo a todos muchas felicidades y que pasen un Feliz Año Nuevo, si quieren venir a visitarnos aquí está su casa, es de ustedes, gracias a Dios me siento contento y feliz de que ya llegué a otra Navidad", detalló.

Pese a que son distintas historias, los cuatro adultos mayores dijeron estar agradecidos por el trato que reciben en el Asilo y también porque ahora han formado una numerosa familia y muy cariñosa.

Verónica Hernández, directora del Asilo de Ancianos, declaró que actualmente brindan atención a 39 personas. Dijo que este 24 de diciembre los adultos mayores se irán a dormir temprano y que será hasta mañana que les ofrecerá una comida especial.

"Todo el mes han tenido posadas, de gente externa que viene. Consentidos han estado, yo creo que todo el año", dijo. En la estancia se les brinda un lugar para dormir, alimentos, cuentan con servicio médico las 24 horas del día, además de psicología y fisioterapia.

"Desear a los adultos mayores que pasen felices fiestas en compañía de sus familias y pedirles que no los olviden porque yo creo que todos vamos para allá", concluyó.