"Me la van a dar para llevármela a mi casa", dice Gabriela del Valle con la voz entrecortada. Apenas contiene el llanto. "Juanita", su hija con discapacidad intelectual que estuvo recluida en el Cereso Femenil de Saltillo por cuatro meses, salía para llevar su proceso en libertad.
Ella es una joven de complexión delgada y chaparrita. Físicamente no parece tener 20 años y mentalmente, según pruebas presentadas por la familia, tiene una edad de 5 a 7 años. "Juanita" fue acusada del delito de sustracción de menor.
Del Valle abraza fuertemente a su hija cuando la ve salir del Centro de Justicia Penal, donde ayer se llevó a cabo la audiencia de revisión de medida cautelar.
Al salir la joven dice estar muy contenta por regresar a casa, pero a la vez manifiesta su preocupación por el bolo que dejó en Saltillo, pues recientemente hicieron una posada para las internas y no le permitieron sacar su bolo, lleno de chocolates y con una paleta payaso, a lo que su madre le dice que no se preocupe, que conseguirán uno aquí. La joven duda, dice que es muy grande el bolo que le dieron en Saltillo.
Momentos antes, la defensa de "Juanita", el abogado de la defensoría de oficio del Cereso, Roberto Zúñiga, presentó elementos ante el juez penal para solicitar el cambio de medida cautelar; "Juanita" tenía la máxima que es la prisión preventiva, misma que se da a personas acusadas de homicidio, violación, secuestro, entre otros delitos.
La defensa se basó en la proporcionalidad y razonabilidad de aplicar diversas cautelares, distintas a la prisión preventiva, bajo el régimen y esquema de los Derechos Humanos contemplados en el artículo primero constitucional y en diversas interpretaciones jurisprudenciales.
El juez que celebró la audiencia tomó en cuenta la argumentación basada en el derecho pro homine (pro persona del artículo primero constitucional), presunción de inocencia y en los datos de prueba presentados en audiencia.
Estas pruebas demostraron que la joven reside en su domicilio ubicado en la colonia Loma Real III, desde hace varios años, lo que supuestamente no se había demostrado.
Como nueva medida cautelar "Juanita" deberá presentarse a firmar cada quince días a la Unidad de Medidas Cautelares ubicada en el Cereso; no cambiar de domicilio, y además tiene prohibido acercarse a víctimas y testigos.
El proceso no termina. En la siguiente audiencia las partes deberán presentar las pruebas y finalizada esta etapa, se daría paso al juicio oral, aunque, de llegar a un acuerdo antes, el juicio no será necesario.
Aunque el proceso continúa, Gabriela del Valle dice estar feliz porque "Juanita" pasará la Navidad en casa. También manifiesta estar muy agradecida con las personas y organizaciones que le ayudaron para lograr esta primera victoria.
"Estoy muy feliz y muy agradecida con el abogado de defensoría del Cereso porque el fue el que sacó a mi hija, el que hizo bien el proceso para el cambio de medida cautelar porque mis anteriores abogados no lo pudieron hacer. También sumamente agradecida con Documenta, asociación que está muy al pendiente del caso; la Red de Mujeres que también me ha dado acompañamiento y mi familia que me ha apoyado mucho. Ahora sí pasaremos una feliz Navidad".
Contentas. Madre e hija se abrazan después de que la joven saliera en libertad condicionada. (EL SIGLO DE TORREÓN)
