Hace poco más de dos semanas que se estrenó Roma del director Alfonso Cuarón. Uno de los mejores regalos que pudimos recibir en este 2018. Si no la ha visto, deje lo que esté haciendo y sumérjase en esta extraordinaria obra de arte. Sería una buena forma de iniciar el año. Tuve la fortuna de verla en una sala de cine antes de su estreno en Netflix y el efecto es sorprendente. Cuarón es capaz de transmitir sensaciones como pocos directores y conectarnos con una historia que proyecta con extraordinaria nitidez. Una historia con la que es imposible no identificarse porque contiene una buena parte de nuestra memoria. Cuarón al recuperar la historia de su infancia, recupera la nuestra, la de la memoria colectiva de los mexicanos y de este país.
Roma tiene un poder hipnótico sobre el espectador. Las imágenes en blanco y negro y la maestría con que es manejada la cámara crean un lenguaje visual extraordinario. Cuarón es capaz de transmitir con sutileza una realidad compleja, una historia llena de claroscuros, de amor y sufrimiento, una historia sobre quienes somos. La historia se centra en la vida de Cleo, una mujer que trabaja como empleada doméstica en una familia de clase media alta que vive en la colonia Roma. En medio del dolor de la separación de Sofía y su esposo -los dueños de la casa- Cleo se entrega al cuidado de los hijos, mientras reprime su propio dolor y el sufrimiento derivado de sus problemas personales. Cleo, una mujer indígena, sin educación, que está padeciendo su propia realidad, es a la vez quien mantiene a flote a la familia, la persona a la que se aferran cuando parece que todo se derrumba.
Roma es una historia sobre la vulnerabilidad y la resiliencia. Sobre la infancia, la memoria, el miedo, el dolor, la violencia. Pero también es una historia sobre la relación y la complejidad que existe entre las clases sociales en México. Es un homenaje bien merecido a esa mujer indígena que se llamó Liboria Rodríguez, a quién Cuarón dedica la película y que fue su cuidadora durante su infancia. Pero también es un homenaje a todas esas mujeres que con su fortaleza en circunstancias tan adversas se encargan del cuidado de los otros. Hasta ahora una de las películas más premiadas de este año y que seguramente llegará al Óscar como mejor película extranjera.
