Chivas le invirtió dinero a este evento, planeación, pero la afición no respondió ni poquito con respecto a las expectativas que tenían planeadas. Pero eso no fue impedimento para que todo el programa planeado se corriera tal cual. (EFE)
El momento más importante del entrenamiento que realizó el Guadalajara a puertas abiertas en su estadio, de despedida porque este domingo parte a Emiratos Árabes a jugar el Mundial de Clubes, fue cuando en las pantallas del estadio los jugadores recibieron la sorpresa que cada uno tenía un mensaje de su familia.
En las pantallas hubo mensajes de todos, desde lágrimas de una esposa, otras familias alentando, la mamá de Alan Pulido felicitando a su hijo por la entrega y le dijo estaba orgullosa de él, al tiempo que la afición aplaudió.
Chivas le invirtió dinero a este evento, planeación, pero la afición no respondió ni poquito con respecto a las expectativas que tenían planeadas. Pero eso no fue impedimento para que todo el programa planeado se corriera tal cual.
En la parte norte del estadio apareció un tifo, pagado evidentemente por la directiva, en la zona sur, apareció una manta grande que la porra mantuvo durante mucho tiempo en movimiento. Cuando en el audio sonó la canción "Guadalajara", el equipo apareció y con ellos efectos de humo rojo y blanco.
La afición no respondió como se esperaba, porque incluso Chivas pagó permiso para abrir las puertas del estadio, contrató seguridad privada, policía de Zapopan esperando muchas más personas y al final, asistieron algunos dos mil.
Ellos hicieron la fiesta, estuvieron cantando, brincando, alentando a los suyos y por momentos gritando el clásico ¡Sí se puede! Al ritmo de tambores, trompetas, el técnico José Saturnino Cardozo utilizó una alineación tentativa, que parece será con la que inicie.
Equipo listo para el Kashima
El pastor Cardozo no tiene dudas sobre el 11 que mandará para hacer el debut ante el Kashima, ya que estuvo trabajando todo el tiempo con un mismo equipo y Miguel Ponce es de las novedades que presentaría el próximo 15 de diciembre, en el debut del mundial de clubes.
Raúl Gudiño estuvo en el arco; en la defensa lateral derecha Josecarlos Van Rankin, mientras que por la izquierda Miguel Ponce. En la central Jair Pereira y Hedgardo Marín. En la contención Michael Pérez con Orbelín Pineda. Volante por izquierda Isaac Brizuela y por la derecha Eduardo López. Adelante Alan Pulido con Ángel Zaldívar.
Cuando en las pantallas del estadio terminaron de hablar los familiares de los jugadores, apareció el vicepresidente deportivo Amaury Vergara, quien dijo tenía un mensaje importante que transmitirle al equipo, de parte de padre y de él. En cuanto comenzó, la rechifla de la afición no se hizo esperar.
"Este Mundial tiene una característica muy especial, fue muy difícil llegar a él. Ustedes lo lograron, todo lo que se dio para llegar y estamos frente a algo muy importante, muy grande, no solamente para la afición, también para nosotros porque queremos trascender. Es momento de levantar la frente, demostrar quienes somos. Demostrar que pese a todas las adversidades, yo en lo personal Amaury, creo en ustedes, en jugadores, cuerpo técnico, quienes están atrás de ustedes".
