El panista Oswaldo Santibáñez consideró alarmante que el próximo presidente adopte un tono beligerante. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La postura asumida por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sobre el tema de los delegados estatales, genera preocupación porque representa una violación flagrante a la soberanía de los gobernadores y en el caso de Durango, podrían ponerse en riesgo los avances que se han tenido en tres años de alternancia, después del abandono en que las pasadas administraciones mantuvieron a esta entidad.
El panista Oswaldo Santibáñez consideró alarmante que el próximo presidente adopte un tono beligerante, al asegurar que no será rehén de los gobernadores que se oponen a las funciones que desempeñarán dichos delegados, y refirió que esta postura no abona nada al federalismo que tanto esfuerzo ha costado construir.
La preocupación se finca en el hecho de que los diputados y senadores de Morena, quienes acaparan la mayoría en ambos casos, han demostrado tener la consigna de emprender medidas encaminadas a un autoritarismo que a pocas semanas de haber iniciado a legislar, ya le está haciendo mucho daño al país.
“Es inadmisible y anticonstitucional que se trate de desplazar a los gobernadores, quienes fueron electos democráticamente, de la toma de decisiones fundamentales para sus estados y municipios”, consideró, al señalar que el PAN hace votos porque esta situación se corrija y en el caso específico de Durango, no se detenga el avance logrado en los primeros tres años del gobierno de alternancia.
Destacó que Acción Nacional mantendrá una línea clara, estricta y dura al no permitir acciones que no impliquen un beneficio para la gente, y sobre todo para que el nuevo gobierno cumpla con las promesas de campaña que se hicieron, en el sentido de castigar actos de corrupción de los gobiernos anteriores.
Esto, debido a que fue el factor principal para que el hartazgo ciudadano le diera el triunfo.
