Una de las fechas de mayor trascendencia para nuestros vecinos del norte, es el cuarto jueves del mes de noviembre donde todas las familias se reúnen para celebrar el tradicional Día de Acción de Gracias y en donde también, la NFL, comparte este momento tan emotivo y en el cual, los Leones y los Vaqueros en casa como ya es una costumbre, escenifican sus partidos correspondientes pero que, siendo esto tan especial, la mejor liga del mundo programó otro encuentro en la noche ya hace unas temporadas atrás para hacer esto, más espectacular.
Y después de haber visto el juegazo del pasado lunes por la noche donde los Carneros y los Jefes se trenzaron en un duelo que no era idóneo para aquéllos que padecen del corazón, sólo nos queda la impotencia con todos aquellos genios que hicieron que el cerrojazo de la semana once, se trasladara al Coliseo de Los Ángeles y que nada más les quedó por llorarle al Sr. Goodell y prometerle que esto ya no iba a volver a suceder porque ya el mandamás de la NFL, accedió a todas las súplicas y prometió que el futbol americano profesional, volvería con un partido oficial a nuestro país el año entrante.
La semana número once nos volvió a poner a otro entrenador en jefe que vino a demostrarnos que sólo la victoria es lo único que importa porque así como lo comentamos en este espacio donde le agradecíamos a Mike Vrabel de los Titanes cuando en la semana siete en Londres ya tenía el juego empatado con el punto extra, se fue por la conversión de los dos puntos en contra de los Cargadores y aunque no le cascó, aplaudimos esta decisión tan intrépida y ahora, fue Ron Rivera quien en Detroit donde ya tenía también el juego empatado, se fue por todas las canicas para ganar el partido y a pesar de que le falló la conversión, sólo les quedaba un tiempo fuera con 1:07 arriesgando también que en la patada corta recuperarían el balón pero lamentablemente, el equipo especial de las Panteras no respondió.
Ahora para este día tan exclusivo para los americanos y como lo mencionamos líneas arriba, la semana doce inicia con tres encuentros empezando, como ya es costumbre, precisamente con los Leones, quienes al medio-día, reciben en un partido divisional, a unos Osos que vencieron a Minnesota para alejarse a dos juegos de los Vikingos y que de sacar la victoria en el Ford Field, estarían dando un paso importante para apoderarse de la división norte de la Conferencia Nacional.
Por la tarde en un clásico, los Vaqueros le hacen los honores a los Pieles Rojas que, como si se tratara de un "deja vu", al mariscal de campo de Washington Alex Smith, le sucedió lo mismo que a Joe Theismann la semana pasada ya que también, si la memoria de teflón que tenemos no nos falla, fue precisamente en un mes de noviembre de 1985 cuando uno de los mejores defensivos de todos los tiempos como lo fue Lawrence Taylor, le rompió la pierna al pasador del equipo de ese entonces dirigidos por Joe Gibbs y recordamos la imagen del defensivo de los Gigantes gritando desesperadamente para que entrara el cuerpo médico y atendiera al quarterback del equipo de la capital de los Estados Unidos.
Y por la noche, el que es hasta el momento el mejor equipo de la NFL como son los Santos, en el Superdomo le darán la estocada final a los Falcones lo que representa, el mejor partido de hoy jueves y aunque el conjunto de Nueva Orleáns tenga 9-1 mientras que los Carneros se encuentren con 10-1, es evidente de que el equipo de Sean Payton, está jugando mejor teniendo nueve victorias en forma consecutiva y que desde la patada inicial en que cayeron frente a los Bucaneros, por lo pronto no hay quien les haga cosquillas.
