Una de las ocupaciones de la mercadotecnia, como excelente herramienta de negocios, es la investigación de mercados. La anticipación suficiente que permita ir transitando de forma armoniosa con los cambios de comportamiento de los consumidores.
En la actualidad, para los mayores de 30 años, los avances tecnológicos que han provocado cambios de comportamiento y de hábitos de compra han sido, francamente, vertiginosos.
En los siguientes 20 años, el impacto de todas estas modificaciones será más fuerte todavía. Se acrecentará el uso de la tecnología para obtener satisfactores. En el campo del entretenimiento, las personas estarán buscando experiencias todavía más diferenciadas hasta el grado de la individualización, por lo que será la tecnología el conducto para lograrlo. Posiblemente surgirá una forma de recompensas basada en monedas virtuales que será intercambiadas por promociones exclusivas con tal de mantener la lealtad del cliente. También podrán emplearse los avances tecnológicos para lograr que los asistentes a los eventos encuentren igual de atractivo y excitante la tercera o cuarta visita tanto como la primera.
El escaneo facial o biométricos serán comunes para identificar a los poseedores de los boletos. Podrán utilizarse menús digitales que permitan personalizar los pedidos, así como tener al alcance información estadística de los jugadores, en caso de eventos deportivos, para conocer más sobre el desarrollo del evento. El asiento reservado se volverá un espacio personalizado de entregas de servicios, adicionales al espectáculo por el que se ha pagado.
En el hogar también se verán cambios importantes, como que el 65% de los hogares contará con banda ancha, de tal forma que las casas podrán ser inteligentes para que sus habitantes estén más cómodos aún, incluso, productos y servicios también serán entregados en el domicilio, muy posiblemente desde el productor. Empresas de línea blanca y electrodomésticos han prometido que sus productos estarán conectados para el 2020, no será difícil imaginar que en 20 años más, muchas más marcas harán lo mismo, con el fin de no perder contacto con sus clientes y adecuarse lo más pronto posible a futuras demandas. Con esto se esperaría que muchas acciones que se desarrollan fuera del hogar, con la tecnología terminen entregados a domicilio. Será posible que los medidores biométricos entreguen reportes del estado de salud, de la ingesta y gasto de energía, para cada miembro de la familia. Para ello, un centro de mando en el hogar será requisito indispensable para mostrar tal información. Los asistentes domésticos robotizados podrían ser una realidad.
Y las empresas comerciales cambiarán. Lo que hasta ahora podría ser una simple transacción, tenderán a convertirse en una experiencia desde el previo, durante y posterior a la compra. El valor no será el bien sino el trayecto vivido para obtenerlo. El gran reto será satisfacer a un cliente más impaciente, mejor informado y más exigente. Son los mismos avances tecnológicos los que han separado al cliente de ir a la tienda, así que se requerirá más que la simple necesidad a satisfacer para hacer venir al cliente. Sin duda, hay mucho trabajo y habilidades qué desarrollar en los próximos años.
