‘Las aguas llegando a los aparejos’
Dichos populares de la filosofía de a caballo de esa que se acuña entre trote y trote.Se decía que cuando los jinetes cruzaban los ríos a caballo y, cuando la corriente ensanchaban y crecían sus aguas, sorprendían a los vaqueros a medio río, éstas, les llegaba casi hasta la montura o sea los aparejos (aquello que le permitía al jinete sostenerse y no caerse por muy fiel que pareciera el corcel) remojando botas y más allá de los calcetines, cobija e itacate. Por eso, retomo y me permito crear una especie de analogía, una metáfora, una comparación del conocido dicho popular y, ahora, lo acuño a nuestros impredecibles, turbulentos tiempos que ni los mismos eruditos logran comprender.
Entonces, hoy en los temibles e indescriptibles y aciagos días que vivimos; ¿Que tipo de aguas nos ahogan?¿que serán los aparejos? ¿lo que está llegando? ¿lo, no, ya insoportable?¿serán las condiciones sociales, económicas e inhumanas de la mayoría de los pueblos del mundo? ¿serán los embates del imparable avorazamiento del mismito “capitalismo salvaje” y su príncipe heredero en su enmascarado y actualizado nombre de “neoliberalismo” un clón, una réplica, un disfraz, unos siameses inseparables con pseudo reformas, aparente y estructuralmente humanas, “lobos con piel de ovejas” y, que en sus entrañas habita el germen del despojo y acaparamiento, quizá más salvaje que el aún capitalismo imperante donde: “Una quinta parte de la población mundial, es decir, 1,200 millones de personas, sobreviven con un dólar diario y 2,800 millones de personas, con tan solo poco más de dos dólares al día. Cada día, en este mundo capitalista, mueren 30 mil niños de hambre y 800 millones de personas padecen subalimentación crónica. Existen 100 millones de niños que viven en la calle y 250 millones son obligados a trabajar. Durante los últimos 40 años, las diferencias de riqueza entre los 20 países más ricos y los 20 más pobres del mundo se han duplicado. La economía modelo del capitalismo, es decir, nuestro vecino del norte, EU, cuenta con 38 millones de personas que viven en la pobreza y mientras todos esos millones sobreviven a muy duras penas, los tres magnates de Microsoft tienen más dinero que todo el presupuesto que EU destina a programas contra la pobreza y la marginalidad. Las 200 personas mas ricas del mundo, según la revista Forbes, poseen mas riqueza que el Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de EU, China, Japón, India y Alemania.” (Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/2001 Lucha contra la pobreza)
Estas alarmantes e increíbles realidades es la suma a las sistemáticas demostraciones masivas de consumismo que aliena, despersonaliza y masifica cada vez más a los individuos; tornándolos marionetas que se mueven con hilos invisibles despojándolos de toda conciencia y de toda sustancia racional; incapaces de indignación y asombro. Por eso, parafraseando a un filósofo que afirmaba: “Convivimos con una gran pobreza de espiritualidad masiva”. Personas que cotidianamente conviven y parecen que viven, más bien pseudo viven,sí, pero enjaulados, entre barrotes del hambre y la miseria. Figuras que deambulan, caminan vacías por que se les ha ultrajado su dignidad, despojados en sus valores, bienes y raíces culturales.
¿Entonces? ¿tenemos ya las aguas en los aparejos? ¿cuál será nuestra tarea? Una de las múltiples tareas será, cuando menos, la toma de consciencia, el darse cuenta y socializar la información, discusión y acciones personales orientadas hacia un mundo más humano y justo. Es la hora de esgrimir el lápiz o pluma para que se deslice como lenguas de fuego en los lienzos de las inquietantes aguas que ya están en los aparejos.
Fernando Mendoza Castañeda
Zapopan, Jal.
