El fútbol es generoso, dicho esto en el amplio sentido de esta noble palabra así con mucho gusto y con una mezcla agridulce por la alegría de reencontrarnos y por la tristeza por el fallecimiento de la Sra. Socorro Ceceña madre de nuestros compañeros y amigos Ramón y Nicolás Ramírez viajamos la semana pasada a la Cd. de Durango un buen grupo de amigos exjugadores de Santos Laguna en respuesta a la invitación con motivo del aniversario del Club Campestre de Durango por medio de nuestro amigo Enrique "El Rifle" Vizcarra, quien radica en aquella ciudad y coordina las actividades deportivas del club en el área del fútbol.
Fue todo un agasajo ver a mis "muchachos" de nuevo en la cancha intentando y lo mejor realizando jugadas de fantasía que mostraban el enorme gusto de estar en contacto con el balón, "entenderse" como si apenas el domingo anterior hubieran jugado, correr y entregar el alma en cada jugada, mostrar sus recursos técnicos y reír y bromear cuando las piernas ya no nos daban, estar listos para el día siguiente en el partido solidario y por la tarde en El Salto, Durango en donde pudieron constatar que el cariño de la gente sigue vigente.
Más allá del resultado deportivo la alegría de vernos y de unirnos en torno a los que viven un mal momento y mostrar el gran afecto por ellos el que cosechamos en esos hermosos y alegres años que nos hermanaron. Esperamos pase el trago amargo y que momentos tan bonitos como los que vivimos sean el motivo de la reunión, pues tengo la confianza de que nuestra amistad y cariño seguirá creciendo, la despedida llevó al callado compromiso de volvernos a ver y el manifiesto de la solidaridad, un abrazo para ellos y de ellos el saludo y el recuerdo agradecido para la afición de la Laguna. Muchas gracias a Enrique "El Rifle" Vizcarra por su ardua labor por empatar fechas y poder reunirnos, por su hospitalidad y su gran don de gentes, por su gran labor en El Club Campestre en donde se desempeña como coordinador de fútbol y forma en una vida saludable a un buen número de niños y jóvenes.
El pasado miércoles nos enteramos que el béisbol profesional desaparece o toma un receso en la Comarca Lagunera, una muy mala noticia, pues la afición siempre apoyó al Unión Laguna desde su regreso allá por el año de 1970 y con diferentes dueños, La Laguna siempre ha sido una plaza beisbolera más allá de los resultados, para familias enteras ha sido una tradición poblar las gradas primero del Estadio Rosa Laguna, posteriormente de El Mecano y en la última etapa su regreso al añejo y querido Estadio de la Revolución, algunas series despertaban un gran interés y lleno completos como cuando se enfrentaba a los Diablos Rojos de México, Sultanes y Saltillo, por cierto éstos últimos también alicaídos. Se pierde no solamente un sitio de sana convivencia familiar y deportiva en donde se podía convivir en forma directa y sin grandes restricciones con los protagonistas, algunos de ellos se convirtieron en consentidos por su entrega, se disfrutaba de las ocurrencias del pollo o de otros protagonistas como la Señora dedicada a la venta de botanas y que en cuanto había oportunidad bailaba con algún animado , se pierde, además, una gran tradición y un buen número de empleos generados por la actividad, esperamos su regreso ¡Hasta la próxima!
