La más pequeña de Volkswagen

En la ciudad de Sao Paulo, Brasil, Volkswagen presentó el primer SUV de la marca fabricado totalmente en la planta situada en Sao José dos Pinhais. Este modelo será distribuido a los diferentes mercados de Sudamérica y Norteamérica. De manera simultánea y enlazados vía on-line con la sede carioca, el nuevo T-Cross se presentó también en Asia (Shangay, China) y Europa (Ámsterdam, Holanda).

Lo anterior, como parte de una estrategia por parte de la marca que pretende ofrecer modelos globales con características y equipamiento que se adapten a las necesidades de cada región en la que se comercialicen. Pablo Di Si, presidente y CEO de Volkswagen América Latina afirmó: "T-Cross es un vehículo global adecuado al gusto y perfil de los clientes del continente americano, los cambios primordiales se encuentran en el diseño, dimensiones y espacio interior en comparación con el modelo europeo; además de ser un modelo seguro, conectado y lleno de tecnología".

Para satisfacer la gran producción de Volkswagen T-Cross en la planta de Sao José dos Pinhais, Brasil, la marca ha realizado una inversión de dos mil millones de reales (más de 10 mil millones de pesos). Desde ahí, será enviado a todo el continente, sumándose a la ofensiva que Volkswagen ha planeado en torno a sus SUVs, en la que figuran modelos como Tiguan, producido en México; Teramont/Atlas, producido Estados Unidos; T-Roc, en Portugal y Touareg de nueva generación, en Eslovaquia.

Dichos modelos, en su mayoría, tienen un rasgo en común con el nuevo T-Cross: la plataforma sobre la cual fueron desarrollados.

Es nuevamente la conocida plataforma modular estructural MQB la encargada de proporcionar al nuevo T-Cross el soporte necesario a sus requerimientos de diseño. Este mismo, ha sido concebido con la idea de desempeño, innovación y seguridad, agrupados por la marca en cuatro principios: Be Practical, Be Intuitive, Be Cool & Be Safe.

Mediante estos pilares, Volkswagen pretende entregar a los clientes potenciales de T-Cross, un auto con el equipamiento que se convierta en el punto de referencia a alcanzar entre sus competidores.

Que las herramientas con las que está dotado le permitan ser más flexible con su estilo de vida y necesidades, sin dejar a un lado temas primordiales como la calidad de ensamble o las tecnologías en pro de la seguridad. Como ya lo anunciaba Pablo Di Si, presidente y CEO de Volkswagen América Latina.

Las diferencias con respecto al modelo europeo comienzan en su estructura, siendo el modelo de producción brasileña nueve milímetros más alto y con 88 milímetros más en su distancia entre ejes, lo cual da como resultado un SUV mediano de 4.12 metros de largo y 1.57 metros de altura. A pesar de estas modificaciones estructurales, el diseño no sufre grandes cambios entre uno y otro.

En la parte frontal destacan los pliegues del cofre (parecidos a los del Jetta de reciente generación) y una parrilla central que nos recuerda a los modelos con los que Volkswagen busca conquistar en el terreno de las SUVs a nivel global (Tiguan o Teramont).

Una notable diferencia con respecto al modelo europeo, en el "T-Cross latino", los diseñadores propusieron integrar faros LED y DRLs para el manejo diurno como una característica opcional en la gama alta. Destaca también una prominente defensa segmentada en dos partes, donde justo en la zona más baja luce un bisel central con la tipografía T-Cross, acompañado a los lados por las luces de niebla.

Una de las principales virtudes de T-Cross en comparación a su competencia es la amplia oferta de conectividad, navegación y ayudas al conductor mediante una pantalla touchscreen de ocho pulgadas desde donde se puede elegir el modo de conducción deseado (normal, eco, sport o individual), así como el cuadro de instrumentos digital Active Info Display de alta resolución, capaz de presentar información vital como velocímetro, tacómetro, datos de viaje en tiempo real, mapa de navegación, etc. Mediante el volante multifunción se tiene acceso a un amplio menú. Incluso, podemos programar en cuál de los dos dispositivos se presentará la información.

Aunque es probable que los sistemas mencionados eventualmente lleguen como equipamiento opcional a México, en su momento también podríamos esperar la incorporación de Android Auto y CarPlay; mismo caso para el sistema Kessy - para nosotros-, así como conexiones USB y accesorio de montaje para smartphone.

Durante esta premiere mundial, Volkswagen do Brasil hizo hincapié en dos opciones mecánicas con las que llegaría el T-Cross el próximo año. La primera sería un motor 250 TSI Total Flex de 150 hp y 250 Nm de par, acoplado a una transmisión Tiptronic de seis velocidades.

La segunda podría ser un motor 200 TSI Total Flex con rangos de potencia que van de los 116 a los 120 hp y 200 Nm de torque, dependiendo del combustible empleado: gasolina o etanol. En ambos casos, las transmisiones disponibles serían manual o tiptronic, ambas de seis marchas. Aún es muy pronto para saber con qué tipo de mecánica T-Cross llegaría a México, sin embargo, dentro de las opciones inmediatas figuran el motor tricilíndrico 1.0 litros turbo, el conocido 1.4 TSI o el 1.6 MPI.

El bastidor de este SUV consta de una configuración McPherson independiente en el eje delantero, mientras que para el posterior emplearía un sistema interdependiente con eje de torsión. En el apartado de frenos, este SUV equiparía ABS, discos en las cuatro ruedas desde serie y podría rodar con rines de 16 ó 17 pulgadas. La oferta en seguridad comienza con la aplicación de aceros de ultra-alta resistencia, bolsas de aire delanteras y control de estabilidad (ESC) desde las versiones de entrada.

Opcionalmente, y dependiendo de la configuración final que este SUV reciba para nuestro país, el paquete de asistencias electrónicas podría evolucionar en función del ESC, incorporando también el asistente de control en pendiente (HHC) y una actualización denominad bloqueo electrónico de diferencial + (XDS+),el cual es capaz de optimizar la dinámica del auto en sus reacciones, frenadas o adherencia, permitiendo la transferencia de torque hacia las ruedas externas, dependiendo de la situación y exigencias de manejo

La estrategia global de Volkswagen en torno a los SUVs podría depararnos la llegada de más modelos hasta 2025. Este crecimiento podría deparar hasta transformarse en el portafolios de camionetas más grandes para una sola marca, pues la compañía de Wolfsburgo tiene contemplado ofrecer hasta 30 SUVs y crossovers a nivel global, dependiendo de las tendencias de compra de cada uno de los mercados.

En esta estrategia, se contempla la llegada de modelos eléctricos o híbridos en algunos mercados y la posible desaparición de la carrocerías tipo sedán y coupé.

Actualmente, la marca trabaja en la actualización de sus diferentes líneas de montaje. Una de ellas podría ser la actual casa del Beetle producido en la planta de Puebla, cuyo fin de producción es inminente y ante lo cual, podríamos ver la llegada de algún otro modelo que obedezca a esta estrategia global o incluso, un incremento en los números de producción. Hablando de T-Cross, Volkswagen de México vislumbra su introducción para el segundo semestre del año entrante, fecha en la que entonces todo será más certero en cuanto versiones, motorizaciones, equipamiento o costos con los cuales haría frente a una competencia que cada vez es más seria y numerosa.