Uno de los fotógrafos más notables de la Comarca Lagunera fue, sin duda, don Julio Sosa Trujillo. Nació el 28 de enero de 1893 en Durango, Durango y fue el sexto hijo del matrimonio formado por don Luis Julián Sosa y doña Jesusita Trujillo. A la muerte de su padre, doña Jesusita se trasladó con sus nueve hijos a la ciudad de Monterrey.
Don Julio Sosa tuvo que ayudar con el gasto familiar desde pequeño y, siendo aún un niño, consiguió trabajo como almacenista de la Cervecería Cuauhtémoc. Su sueño era ser maquinista, sin embargo, cierto día que viajaba en tren una bala atravesó el vidrio de la ventana cercana a él; este hecho lo hizo pensar que no era un buen momento para convertirse en maquinista ya que el movimiento revolucionario estaba cada día más violento.
Las circunstancias lo llevaron al mundo de la fotografía; durante tres años aprendió el oficio de manos de don Jesús Sandoval, gran fotógrafo de principios del Siglo XX.
Contrajo matrimonio en 1915 con la señorita Josefina Uribe Díaz y, tres años después, la pareja vino a residir a la ciudad de Torreón, Coahuila. El matrimonio Sosa Trujillo llegó a tener once hijos, algunos de ellos aprendieron el arte de la fotografía gracias a don Julio Sosa.
Trabajó como fotógrafo para el periódico El Siglo de Torreón y fundó su primer estudio fotográfico en 1920 en la calle Juan Antonio de la Fuente y Zaragoza de esta ciudad. En las paredes de su estudio mandó pintar varias escenografías, una de ellas fue realizada por el pintor español Salvador Tarazona, quien decoró el Teatro Isauro Martínez; otros fondos del estudio los hizo Eleuterio Camacho quien era de la Flor de Jimulco y fue discípulo de Tarazona.
Don Julio Sosa hizo un gran aporte al desarrollo de la Comarca Lagunera; en una nota que apareció en el periódico El Siglo de Torreón en 1950, don Emilio Herrera, dice: "…habrá que pasar por el estudio de don Julio Sosa para ir recorriendo la historia de nuestra ciudad en retratos de sus hombres debidos a la cámara del 'fotógrafo de los Presidentes'".
El trabajo de don Julio Sosa fue muy reconocido, su lente retrató a muchas celebridades entre las que se encontraban políticos, artistas, toreros, pintores y muchas generaciones de laguneros. Don Julio tenía un carácter agradable, era trabajador, responsable y lograba que las personas se sintieran en confianza y siguieran sus instrucciones para las poses que les sugería adoptar.
Obtuvo varios premios nacionales e internacionales. Además fue socio del Club de Leones -en 1948 le otorgaron la medalla al mérito Leonístico por su notable labor- y fundador del Casino de la Laguna.
Finalmente, don Julio Sosa Trujillo falleció el 20 de octubre de 1950. Al momento de su muerte había logrado reunir un acervo fotográfico de retratos, momentos y eventos que hoy son una muestra muy interesante de la memoria fotográfica de La Laguna que abarca tres décadas de la primera mitad del Siglo XX.
