¡Maldita edad la senectud!... Seguramente alcanzado por los sinsabores de la vejez, una exclamación en ese sentido se le escapó a Héctor Martínez Serrano e inclinó la cabeza sobre la mesa del micrófono, pero al instante retomó su papel de conductor y director de uno de los programas de radio más escuchados en el país y el extranjero vía internet, "Buenos días" es su nombre y con él abre las puertas a los radio oyentes que piden canciones del recuerdo o exponen inquietudes que el polémico locutor atiende con prontitud.
Juicioso y con pleno conocimiento de la vida y sus debilidades, habla tolerante y comprensivo. Es enérgico pero no majadero y transmite mensajes de aliento a los jóvenes y adultos en problemas, sobre todo a las mujeres y está de acuerdo con las inquietudes juveniles que buscan orientación. Lamenta los suicidios e intenta explicarse el porqué de la fatal determinación, compartiendo con el auditorio sus preocupaciones.
También orienta a quienes podrían enfrentar riesgos. Está el caso de la joven cantante de 16 años a quien le advirtió que el noviazgo, a esa edad, malogra carreras y vidas juveniles Parece un padre pero sin llegar al regaño. La chica guardó silencio y Martínez Serrano también.
A los que ponen cara agria a la vida, les recomienda enfrentarla con entusiasmo y pone el ejemplo con un rostro optimista y muchas ganas en lo que hace. Sobre aquella maldición que le nació de adentro, intentó "dorar la píldora" señalando que la llamada edad dorada se presta a interpretaciones generalmente humorísticas sobre la condición senil como lo hacía Lalo González "El Piporro" con su versión de que la senectud es la edad de los metales: hilos de plata en la cabeza, oro en los dientes, platino en el pecho y plomo en las patas.
Su programa mantiene vigente el pasado, el de los buenos recuerdos, con la transmisión de la música de antaño, la romántica, la sentimental que hace surgir estrellas del canto en su aerodinámico programa. Es divertido, alegre y revive los mejores momentos de la vida. Sonríe y aplaude a Ariz Chávez sin ocultarle que más que cantante es guapa y la pone a bailar.
A veces es intolerante con los suyos, Uriangato su preferido; otras cantantes que no se amoldaron al exigente horario de las 5.30 de la mañana, mejor renunciaron, y a la simpática Ariz, sal y pimienta de las transmisiones, o se la quitaron, no la pudo conservar o estoy mal informado.
Por mi parte intenté atemperar la situación en cabina, desde mi asiento en casa, recordando refranes malditos: "La senectud es peor que la muerte", "La vejez es deseable, pero cuando llega es odiosa" y los de corte humorístico pero ciertos: "Resuelta la panza, resueltas las nalgas y resueltas las piernas"; "Viejo que se casa con joven, o cuerno o tumba; optimistas: "Jamás un hombre es viejo para recomenzar su vida"; preventivo; "abriga bien el pellejo si quieres llegar a viejo" y de consolación: "La vejez no nos regresa a la infancia, lo que pasa es que aún nos encuentra niños".
Le encanta rodearse de mujeres bien formadas: 22 en la fotografía de presentación de las damas y de 12 hombres vestidos como caballeros, una escena gráfica iluminada por las piernas cruzadas femeninas fabricadas en torno. Ares juveniles le dan sabor a sus palabras. Sus escuchas lo corrigen en algunas ocasiones y acepta y difunde sin comentarios la acepción o la cita correcta. Martínez Serrano no vive en el pasado, es el pasado el que vuelve a él y lo modula con optimismo.
