Montaje. Los actores Odiseo Bichir y Rafael Perrín se presentaron anoche en el Isauro Martínez con La dama de negro.
Cada año llega a Torreón un espectro que inquieta a los lagunero. Hasta pesadillas les provoca.
Es La dama de negro. Si alguien la ve a los ojos un niño morirá, esa es la maldición que ha arrojado por todo México desde hace 24 años.
La puesta en escena, cuyos derechos consiguió Rafael Perrín tiempo atrás, se presentó ayer en el Teatro Isauro Martínez.
De nueva cuenta, la trama provocó risas nerviosas, gritos y hasta lamentos entre los laguneros que acudieron al recinto cultural.
Esta vez, Odiseo Bichir y el propio Perrín fueron los encargados de llevar al público a la oscuridad del temido fantasma. Ambos ofrecieron dos funciones que lucieron muy concurridas.
A las 6:10 de la tarde comenzó la primera. Bichir encarnó "Arthur Kipss", un vendedor de seguros. Su vida cambia por completo cuando conoce a la "Dama de negro"; desde que la vió el terror se apoderó de él por lo que decide pedir ayuda.
Desconsolado, "Arthur" encuentra un respaldo en "John Morris" (Perrín), un escéptico director de escena que le recomienda contar su terrorífico encuentro con el espectro a través de una obra, la cual le permitirá alertar a la gente de la maldición de la temible "dama".
El escenario del Isauro Martínez se volvió una singular región de Inglaterra. Ahí estaba la mansión de la famosa mujer, en donde muchas personas habían perdido la vida. "Arthur" y "John" vivieron situaciones terribles haciendo partícipes a los espectadores por medio de sonidos y juegos de luces.
En una pasada entrevista con Odiseo, aseguró que La dama de negro, "se ha vuelto una obra clásica en México que aparte de entretener se ha encargado de inquietar los pensamientos más perturbadores y terroríficos de la gente".
Los laguneros que acudieron al Isauro Martínez vivieron una experiencia de terror, pero también se divirtieron ya que algunos diálogos de los actores ocasionaban risas.
