No hay enemigo pequeño. Hace semanas, veía alegremente como circulaban publicaciones en contra de una presentación de Marduk en Monterrey, así como en otros países del Continente Americano.
No le di mayor relevancia; supuse que se trataba de algunos locos, fanáticos o como me llamaron un día en otro espacio, radicales. Pues resulta que días después, me entero que sí se canceló el concierto de Marduk en Monterrey. [Lo sé, eso ya fue hace mucho, pero apenas me acordé].
Increíble, y más en una ciudad como Monterrey, que se jacta de ser una potencia económica en el país. Una de las principales. Lo curioso es que conciertos de grupos con temáticas satánicas ya ha habido muchos y desde hace muchos años. Incluso, el propio Marduk. Bueno, el colmo, unas semanas (o días) antes de la fecha en que se iba a presentar Marduk en Monterrey estuvo Dark Funeral, una agrupación del mismo país y con la misma “ambientación” satánica.
Se treparon al escenario del México Metal Fest y tocaron su setlist completo sin mayor contratiempo, bajo el cobijo de un sol ardiente y un público enloquecido. No hubo protestas, ni nada que lamentar.
Por supuesto que la cancelación de Marduk obedeció a otras cuestiones más allá de las religiosas, o por lo menos a otros intereses. Pues parece que se puso de moda.
Los Ángeles del Infierno, que también el hacen a la “satanicada”, andarán de gira por el país y ya suenan voces en contra.
Cuando fue lo de Marduk, no tardaron las publicaciones en internet en comparar el nivel de vida y civismo que impera en Suecia para contrastarlo con el de nuestro país. Está de sobra decir cómo nos fue en ese comparativo.
Me parece que aquí, antes que nada, debe imperar el respeto. Se trata de agrupaciones dedicadas a la música, cuyos integrantes manejan visas y pasaportes como cualquier otra persona y cruzan las fronteras bajo filtros de seguridad. Es decir, no son delincuentes. Esperemos que no se vuelva tendencia querer cancelar los conciertos de los grupos que no nos gustan nada más por capricho.
De ser así, búsquenme en la Plaza Mayor cuando anuncien sus verbenas populares aquí en la Comarca Metalera. El presupuesto para esas “convivencias” sale de los impuestos que pagamos los contribuyentes, y hasta donde yo recuerdo, nunca me han preguntado si quiero escuchar a Los Ángeles Azules, Molotov, María del Sol o La Trakalosa... de Monterrey, para variar.
Tampoco ha habido una consulta ciudadana sobre eso. ¡Vaya “democracia” en la que nos tocó vivir! Hablando de Marduk, en este preciso momento me hallo escuchando su última producción: Viktoria.
Satánica, violenta, agresiva, bien hecha. Se trata de una producción de 9 cortes, cortos, que en conjunto apenas rebasan los 30 minutos. Viktoria se edita en este año bajo el sello de Century Media, en formato de CD y vinil.
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