Hay talentos ocultos que se descubren tal vez, muy tarde, como el de Steve Pearce el gigantón primera base de Red Sox, que se despachó tres cuadrangulares en los últimos dos partidos de la SM y un par de ellos en el decisivo, ante el mismo Kershaw, la vaca sagrada de los Dodgers, que una vez más perdió su perfume de violetas y el encanto de su látigo zurdo, hoy a la baja.
Nadie puede escapar del impacto del tiempo, Clayton lleva 11 campañas en GL y tiene un contrato multianual (7) por 215 millones de los que aún falta por revalidar 75 por 2019 y 2020, sin embargo en estos días deberá decidir si se queda en Los Ángeles o busca en la agencia libre, porque después de su escaso aporte en la serie final, todas las glorias van perdiendo su brillo.
Los expertos aseguran que su recta dinamitera ha perdido potencia, causa de las lesiones que le han detenido en los últimos dos años. En la última campaña apenas tuvo 9 victorias y aunque el ganador tres veces del Cy Young es el ariete y símbolo de Dodgers, su imperio de idolatría se derrumba, igual como fue cayendo el ánimo de los fans albiazules frente al poderío de Boston.
En el periodismo norteamericano se ubican los elementos que por experiencia, fincan sus notas y visión futurista, contra los investigadores (y especuladores) que aseguran, para interesar al público que les sigue que Brian Cashman el joven maravilla, gerente de los Yankees que podría capturar al zurdo, porque la prioridad del equipo rayado es pitcheo, para renovar la plantilla pero con el entorno tan desfavorable, tal vez todo quede en la vieja costumbre de crear historias.
Farhan Zeidi, gerente de Dodgers, vive hoy con toda la sensación de la soledad, en espera que los pensamientos lleguen y se ordenen con las ideas que llueven, en defensa de la angustia de la rapidez con que se le pide actuar, sobre todo contra el dirigente Roberts, que terminó su contrato y a quien se le busca para crucificarlo en la Sunset pero esos indignados olvidan que desde 2015 que llegó ha marcado 287-200, ha ganado 3 títulos divisionales y dos de liga. Lo quieren linchar.
Aunque hay ojos que trasmiten una luz que alienta, esos no son los de Manny Machado, parador en corto elegante, rápido, manos mágicas y bate demoledor pero con serie final en la desgracia, que hicieron olvidar sus números y prestigio. El dio 37 cuadrangulares, bateó para .297 e impulsó 107 carreras para Orioles y Dodgers. Todo mundo esperaba en torno suyo un megacontrato a sus 26 años pero tiene encima mil dudas y tal vez lo haga en otra organización.
La TV nos dio la oportunidad de admirar a los artistas de Cora, porque Red Sox funcionó perfecto, con un mánager que sabe que en el terreno de las ideas, todo depende del entusiasmo, que en el mundo real todo se apoya en la perseverancia y que la sabiduría se encuentra solo en la verdad, porque los pecados escriben la historia pues el bien, es silencioso.
