Cada canción es un mundo, dice Luz Casal. Hay rabia en unas, emoción en otras y en muchas más una tristeza con la que nos envuelve. A final de mes, la cantante visitará la Ciudad de México para presentar su más reciente producción discográfica, “Que corra el aire”.
Y lo define como: “Este disco nace de la necesidad de apartar aquellas cosas que no te gustan, es como abrir la ventana de tu habitación y dejar correr ese aire que se ha ido condensando, que se ha ido haciendo espeso a lo largo de la noche; que se vaya y aparezca otro que refresque el ambiente”.
Si bien es imposible hacer todo un recorrido por más de 15 discos y todas las colaboraciones, Cazal sí recurrirá a la nostalgia.
“Estarán esas canciones que sabes que son importantes para la gente, de una no diré el título para no develar la sorpresa pero ya llevábamos tiempo sin hacerla, es una canción que yo sé que ha sido un éxito no sólo en mi voz sino en otras”.
En 1991, Pedro Almodóvar la invitó a grabar dos temas para su película “Tacones lejanos”, uno fue “Piensa en mí”, de Agustín Lara (y la otra “Un año de amor”, de Nino Ferrer).
Desde 2013, Luz no sacaba un disco con canciones originales como éste nuevo álbum: “Que corra el aire” donde reúne once canciones de distintos estilos y para el que ha escogido personalmente al productor español, Ricky Falkner, que ha trabajado con gente como Love of Lesbian, Sidonie o Quique González.
Todas las canciones se tocaron en directo en unos estudios de Madrid. Y para el material, participaron músicos como Jairo Zavala ( Depedro) , Diego García, El Twanguero o el propio Ricky. Quienes añadieron a sus guitarras, al bajo, y a la batería su amor por la música y eso se nota en su forma de tocar.
“Miénteme al oído”, “Días prestados”, “Volver a comenzar”, “Lucas”, la historia de un pequeño (real, no figurado) que falleció de encefalitis, y “Meu pai”, dedicada a su padre y cuya pérdida marcó profundamente ya no la vida sino la misma obra de la artista, hacen parte de este material.
