Puntos clave. Expertos le señalan qué elementos se deben considerar al momento de comprar llantas. (ARCHIVO)
Básicamente, todos los neumáticos de calidad promedio siempre serán seguros en piso seco cuando son nuevos. Pero ¿qué pasa cuando hay agua en el camino? ¿Y cuándo las llantas ya no son nuevas? Bajo estas dos condiciones es que se puede comprobar si una llanta es segura.
Aunque en nuestro reglamento de tránsito no se indica un criterio objetivo para saber si las llantas ya son suficientemente lisas, podemos considerar los estándares en otros territorios. Por ejemplo, en Europa se ha establecido un mínimo legal de profundidad de dibujo o grabado en las llantas para considerarlas seguras: si el dibujo tiene menos de 1.6 milímetros de profundidad a lo largo de tres cuartas partes de la circunferencia en su parte central, no son seguras y las debes cambiar. Esa cifra es la mínima requerida para evitar el aquaplanning en condiciones de asfalto mojado. De hecho, en Estados Unidos inclusive se requiere que los fabricantes de llantas incluyan grabados entre los dibujos que sirvan como indicadores del desgaste. Por ejemplo, en llantas como la Primacy 4, de Michelin (ya disponible en México), si alcanzas a ver el nombre de la marca entre los surcos del neumático, se acerca la hora de cambiarlo…
Ahora bien, ¿es necesario cambiar las llantas antes de llegar a ese límite? Muchos vendedores de llantas te dirán que lo ideal es hacerlo al llegar a los tres milímetros. No obstante, si son de buena calidad, no es necesario. Cambiarlas antes afectará tu economía, pero también al medio ambiente. Según cifras de Michelin, mundialmente se gastan 400 millones de llantas adicionales al año sólo por cambiarlas antes de tiempo. Ojo: si las llantas no son buenas, es posible que no sean seguras ni con 3 mm. de profundidad en el grabado.
