Impulsar. La tendencia es a impulsar la compra de autos eléctricos o bien híbridos.
Desde hace aproximadamente 10 años, la industria de los autos eléctricos ha venido a transformar la manera en que trabajan las compañías e, incluso, han traído nuevos competidores al juego de las ventas y el posicionamiento. Podemos verlo con empresas como Tesla que hace menos de una década no figuraba en ningún radar y hoy son una empresa que da pauta de cómo hacer vehículos cero emisiones.
La tendencia se ve reflejada también en las firmas de autos tradicionales que, desde hace unos años ya, han implementado trenes motrices híbridos e híbridos enchufables a su portafolio y, para los próximos años, ya tienen en la agenda más de un modelo totalmente eléctrico programado. También se nota en los últimos salones automotrices, donde los autos de esta naturaleza se roban los reflectores y atención de los medios de comunicación.
Como si de una infección se tratara, estas prácticas poco a poco se adentran en el ADN cultural del mundo y generan cambios significativos. Tal es el caso del país de medio oriente, Israel, el cual ha puesto fecha de caducidad a las ventas de autos de combustión interna en su territorio. Exactamente para 2030 ningún ciudadano israelita podrá comprar un vehículo si este no es movido por un tren motriz totalmente electrificado, según un plan lanzado por el Ministerio de Energía de esa nación.
El objetivo final de dicho plan es que los autos comercializados sean totalmente eléctricos y los vehículos comerciales grandes, camiones en específico, sean propulsados por gas natural. Yuval Steinitz, ministro de energía de Israel, explicó que el gran desafío está en crear una "masa crítica" (término sociológico que hace referencia a una cantidad mínima de personas para generar un fenómeno) inicial que alejará a su industria local de los motores de gasolina y de otros combustibles fósiles como el diesel.
"Estamos alentando la inversión y el financiamiento para la instalación de estaciones de carga, esperamos tener más de dos mil en todo el país" explicó Steinitz en entrevista con Reuters. Mientras que otro miembro del gobierno agregó que se planea reducir los impuestos a automóviles eléctricos casi a cero para que resulten más accesibles para sus ciudadanos.
La implementación total de autos con cero emisiones obedece a un plan todavía mayor en el que Israel trata de deslindarse totalmente de combustibles altamente contaminantes como lo son la gasolina, el diesel y el carbón. Y es que este país, en lo últimos años, ha descubierto enormes depósitos de gas natural, un hidrocarburo que no genera emisiones más limpias al quemarse, lo que propicia cambios en sus centrales eléctricas, naturalmente.
Se espera que el punto de inflexión del plan llegue en un lapso no mayor a siete años, es decir en 2025, cuando, de acuerdo con los objetivos planteados por su Ministerio de Energía, haya cerca de 177 mil estaciones de carga disponibles en la red de calles y carreteras de Israel. Actualmente su número de conectores para vehículos verdes apenas llega a unas pocas docenas.
"A partir de 2030 no permitiremos más la importación de automóviles a diesel o gasolina a Israel", remarcó Steinitz. Misma fecha en la que el gobierno israelita espera ostentar un número cercano al millón y medio de estaciones de carga debido a la facilidad y accesibilidad económica que tendrán sus habitantes para adquirir vehículos de propulsión eléctrica.
"Estamos obligando a las compañías a traer automóviles eléctricos a Israel y a las compañías de petróleo y gasolina a cambiar a estaciones de carga en sus estaciones de distribución de gasolina o diésel. Todos los autos nuevos serán eléctricos. Los autobuses y camiones serán eléctricos o funcionarán con gas natural comprimido" reiteró el Ministro. Se espera que su gobierno aprueba el plan para fin de este año.
Este ambicioso plan de Israel coincide con el lanzamiento del informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático y la posibilidad del aumento de 1.5 grados centígrados en el planeta entre los años de 2030 y 2052. Mismo que exige cambios importantes en la manera como la humanidad hace uso de la energía.
México y la movilidad eléctrica. Nuestro país tiene una historia más joven y menos radical cuando se trata de vehículos eléctricos. Sin embargo, no se trata de algo desconocido en el imaginario de los conductores pues ya vemos una importante participación de autos con tren motriz híbrido recorriendo las calles.
La oferta de vehículos 100% eléctricos aún es algo limitada y su comercialización mantiene esa línea con cifras de ventas menores a los 10 mil en general. Apenas son 8 modelos que se ofrecen en nuestro país: Renault Twizy; Zacua M2 de fabricación mexicana; Nissan Leaf; Tesla Model 3, S y X; Chevrolet Volt; y el BMW i3.
En lo que respecta a las estaciones de carga, nuestro país tiene una infraestructura suficiente respecto a la demanda aunque se encuentra en expansión. Tesla ostentaba 312 cargadores de pared, 149 cargadores universales y una instalación de supercarga a inicios del año pasado y Nissan presume una red de 300 puntos. Un número aún pequeño para las dimensiones y densidad de población en nuestro país.
