(ESPECIAL)
La web se ha transformado rápidamente al convertirse en el centro de las interacciones entre personas. Para ello, tenemos diferentes soluciones de alojamiento web o hosting que nos permitirá ofrecer un sitio web acorde con la finalidad de nuestro proyecto.
Uno de los elementos más importantes del proyecto web que estamos afrontando, es el aspecto técnico que le dará vida al sitio web, por supuesto estamos hablando del hosting. Este servicio nos brinda una serie de características y soluciones que permitirán alojar los archivos correspondientes a nuestra web y así, hacer que esté disponible en la red mundial.
Antes que nada, debemos entender lo que estas características significan para poder seleccionar el servicio adecuado, las cuales son:
• Espacio en disco:
Se refiere a la capacidad de información que puede alojar, es decir, que limita la cantidad de archivos que puedes subir al disco web. Una vez alcanzado el límite, no podrás seguir subiendo archivos hasta haber eliminado otros.
• Ancho de banda:
También se denomina transferencia. Hace referencia a la conectividad del servicio y corresponde a la cantidad total de datos que se transfieren en un período de tiempo determinado, usualmente de 30 días. Los datos transferidos incluyen aquellos transferidos por FTP (subidos por ti), y las conexiones e interacciones con los visitantes. De esta forma, este parámetro limita la cantidad de visitantes que el sitio puede tener en ese período de tiempo y, por lo tanto, es uno de los más importantes.
• Tiempo de actividad:
Es un parámetro estadístico que mide el promedio de horas al año en porcentajes que el servidor está disponible y funcionando. Esto sucede así porque no es posible mantener estos equipos informáticos en permanente funcionamiento, en algún momento requieren mantenimiento, actualizaciones y reinicios programados. Mientras más horas de actividad se asegure al usuario, más costoso es el servicio.
• Sistema operativo:
Estos servicios se ejecutan de diferentes formas y modalidades, pero siempre dentro de una computadora que funciona como servidor. Por lo tanto, tienen un sistema operativo que se reduce a dos posibilidades: Windows o alguna distribución de Linux. En general, es posible acceder casi a las mismas prestaciones, pero algunas tecnologías se ejecutan exclusivamente en entornos Windows, por lo que suelen ser más caros.
A partir de estas características y en combinación con otras, aparecen distintas soluciones con enfoques diferentes según la naturaleza del proyecto web. Podemos dividirlas en 3 grupos:
#1: Hosting compartido:
Se denomina así, porque en esta modalidad, se ejecutan varias instancias de hosting para varios clientes en un mismo servidor, compartiendo recursos informáticos con ventajas y desventajas asociadas.
La principal ventaja aparece en los costos, al compartir un servidor se comparten los costos, creando un servicio muy accesible. La otra cara de la moneda se da cuando algún cliente en el mismo servidor abusa del servicio perjudicando a los demás. Si esto pasa, debes buscar un mejor hosting ya que las políticas permisivas de algunos proveedores son las que permiten que estos sucesos ocurran sin limitaciones.
#2: Hosting VPS:
Esta instancia más genérica es la que aloja los servicios de hosting compartido descrito anteriormente. Se trata de una tecnología de virtualización que permite disponer de un servidor virtual privado (Virtual Private Server) dentro de un servidor real, compartiendo así los costos al igual que en el caso del hosting compartido, pero con mejores prestaciones computacionales y escalabilidad.
Con esta tecnología puedes salirte de las limitaciones del hosting compartido ya que en principio tienes absoluta libertad de ejecutar las tecnologías que quieras, elegir el sistema operativo y solicitar más recursos computacionales en unos simples clics.
#3: Servidor dedicado:
Los servidores dedicados son el eslabón más genérico de esta cadena de servicios y es el primero que no se comparte con otros clientes, por lo que debes afrontar el gasto tú solo. Los casos en los que se requieren y justifica el costo son muy pocos al darse en situaciones de altísima demanda de usuarios, pero han quedado relevados por el hosting VPS al tener prestaciones similares, pero más accesible en cuanto a precio.
Una vez comprendida la naturaleza de los diferentes tipos de servicios podremos aplicarlos para las necesidades específicas de nuestro proyecto, dando lugar a nuevas categorías y denominaciones un poco más específicas como, por ejemplo:
• Hosting streaming:
Puede ser de hosting compartido o hosting VPS, porque requiere grandes recursos de conectividad como ancho de banda para poder ofrecer un servicio de streaming de calidad. Con este tipo de servicio, puedes transmitir audio y video para montar un canal o una emisora de radio a través de internet.
En general los servicios de hosting compartido tienen prestaciones limitadas en cuanto a este servicio por la gran demanda de ancho de banda que representa, pero si quieres utilizar tecnologías como ShoutCast, Flash Media Server, entre otros similares, necesitarás un hosting VPS.
• Servidor de juegos en línea:
Se trata en general de un hosting VPS, el cual puede hacer de servidor para varios juegos multijugador. De esta forma, los jugadores se conectan a través de internet y no a través de una red local, por lo que pueden estar separados grandes distancias.
• Hosting WordPress:
Se trata de hosting compartido, pero con especial atención a las necesidades del sistema de gestión de contenidos WordPress. Este requiere el servidor web Apache o Nginx, tecnología de ejecución algorítmica PHP y soporte para bases de datos MySQL o MariaDB.
WordPress es un sistema muy popular dentro del mundo CMS, pero también consume bastantes recursos computacionales por lo que es imperativo que el servicio de hosting esté bien preparado para evitar fallas y un servicio fuera de línea.
• Hosting de revendedor:
En este caso se trata de un conjunto de varias cuentas de hosting compartido a un revendedor para que las pueda vender individualmente.
• Servidores administrados:
Son servidores dedicados normales, pero con la diferencia de que también se ofrece el servicio de administración de este. El servicio es factible en sí mismo por la dificultad que presenta administrar un servidor dedicado completamente, ya que es necesario instalar el sistema operativo y realizar todas las tareas de mantenimiento de software por cuenta propia.
• Servidores cloud:
Es modalidad destacable se trata de un servidor, generalmente virtual (VPS), que puedes contratar por uso a demanda. De esta forma, no es necesario afrontar el gasto de un servicio que tal vez no vaya a usarse la gran parte del período de facturación. Así, puedes contratar y utilizar este servicio por minuto de uso, ahorrando grandes cantidades de dinero aplicando otro tipo de proyectos.
En conclusión, ya dispones del conocimiento básico para diferenciar estos servicios y así, poder elegir y dimensionar correctamente las necesidades de tu proyecto, lo cual te permitirá conseguir justo lo que necesitas sin pagar de más y sin arriesgar los aspectos técnicos.
