Espectáculo. La propuesta, que reunió a más de tres mil laguneros, incluyó fusiones del blues a la música electrónica. (EL SIGLO DE TORREÓN/ Ernesto Ramírez)
La propuesta escénica del estadounidense William Close y su colectivo El Arpa de la Tierra, es monumental no sólo desde la trinchera musical, sino desde la producción visual en la que mezcla luces y movimientos casi coreográficos.
Así lo demostró anoche durante el concierto que ofreció en la Plaza Mayor, como parte del Festival Internacional de las Artes de Coahuila Julio Torri 2018, del que fue el encargado de abrir la cartelera en La Laguna.
La arquitectura que propone el espectáculo de Close incluye fusiones que van del blues a la música electrónica, y a la que invita a una violinista, un guitarrista, su baterista y una cantante que imprime al concepto un sello particularmente norteamericano.
"Este es mi invento, mi arpa, y me siento contento de llevarlo por el mundo junto a estos músicos maravillosos, también de estar acá en esta plaza y compartirlo", dijo el músico sobre el escenario de la Plaza Mayor.
La cámara de resonancia, que es parte de la escenografía, sirvieron como telón de fondo, mientras Close, manipulaba con maestría las cuerdas de acero de su instrumento, suspendidas por encima del público y que iluminadas, daban un efecto visual de infinito.
Cerca de tres mil personas, escucharon el concierto que abrió el Festival Cultural de Coahuila, literalmente dentro del instrumento que ha llevado al artista norteamericano a recorrer el mundo con su música.
Con beats de rock clásico, algunos guiños sinfónicos y un acercamiento a la improvisación jazzística, el colectivo ofreció un espectáculo de calidad, visual y sonora, experimental pero las tablas de un grupo de músicos probados en técnica y escuela.