Baja.El mercado bursátil en Italia tuvo una caída del 2.4 %. (ARCHIVO)
La bolsa de Valores de Milán cerró ayer con una caída del 2.4 por ciento, mientras la prima de riesgo de la deuda aumentó a 303 puntos base en otra jornada de tensión por el plan presupuestario del gobierno italiano, que prevé aumentar el déficit público a 2.4 por ciento respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
El índice Ftse-Mib, el principal indicador de la plaza milanesa, se mantuvo todo el día en territorio negativo, penalizado por los títulos bancarios, los más expuestos ante el encarecimiento de la deuda.
Las acciones de Intesa y Unicredit, los bancos más importanes del país, descendieron, respectivamente, 3.26 y 3.56 por ciento, aunque la más castigada fue la del instituto Banco Bpm, que cayó 6.47 por ciento.
Según los analistas, los bancos italianos han sido golpeados porque la depreciación de los títulos de Estado en sus portafolios erosiona el patrimonio de los propios institutos, además de que es acompañada por un aumento del premio de riesgo requerido por potenciales compradores de créditos deteriorados.
Este lunes la prima de riesgo de la deuda o diferencial de rendimiento entre los bonos de Estado italianos (Btp) y los alemanes usados como referencia cerró en los 303 puntos base, con el rendimiento del título italiano al 3.56 por ciento tras haber alcanzado su nivel máximo desde febrero de 2014.
Los mercados reaccionaron a la carta de la Comisión Europea, que el viernes pasado rechazó en primera instancia el plan presupuestario italiano que prevé llevar el déficit público al 2.4 por ciento en relación al PIB.
Italia tiene hasta el próximo 15 de octubre para presentar oficialmente su presupuesto a la Comisión Europea que, de no ser modificado, será rechazado, con lo que se abrirá un procedimiento contra el país de la bota por su enorme deuda pública (de más del 130 por ciento del PIB) y su déficit.
En caso de que la Comisión Europea rechace el plan presupuestario italiano que prevé aumentar el gasto público, la palabra "pasará al pueblo", opinó hoy el ministro italiano de Asuntos Europeos y "cerebro económico" del gobierno, Paolo Savona.
