De interino a estar entre las cuatro mejores selecciones del Mundial. Así ha sido la transición de Gareth Southgate al mando del conjunto de la rosa, quien renovó ayer jueves hasta 2022 con el objetivo de, al menos, llegar igual de lejos que este verano en Rusia.
Pensábamos que este año sería el de la oportunidad para Inglaterra, la chance real. Por el momento, por las circunstancias e, indudablemente, por la camada de jugadores que se forjaron… pero no fue así. Faltó ese último esfuerzo para conseguir entrar en la final de la Copa del Mundo, y aunque si bien es cierto que no ganaron ni mostraron su mejor futbol ante las mejores selecciones, entendemos que este deporte -mal que bien- es circunstancial y se gana con goles.
Consecuentemente, la FA (Futbol Asociación) se dio cuenta que la posibilidad del proyecto era tangible, sólo faltaba arreglar las firmas y mantener contentas a ambas partes para que el público aplaudiera, pues ¿quién iba a criticar la renovación del seleccionador que llevó a su país a la semifinal del torneo más importante?
Sin embargo, la probable ceguera británica que eclipsó el terrible paso en torneos internacionales anteriores, se dio por lo conseguido este verano. Vamos, ha pasado más de medio siglo del último "Jules Rimet" (anterior trofeo de Copa del Mundo) en sus vitrinas, que estaba claro que la ilusión se mantendría por las nubes ahora. Pero los argumentos son débiles.
SEGUNDO TIEMPO
La selección inglesa no juega a nada. No hay un estilo característico de juego, sólo se fundamenta en el balón parado para poner a competir a los tres gigantescos centrales y al pivote defensivo. La obligación goleadora parece recaer únicamente en Harry Kane, tal vez por eso le dieron el gafete de capitán en el verano con tan solo 24 años.
Ahora, la diferencia parece situarse en la suerte. Esa misma con la que no corrió Fabio Capello, Sam Allardyce o Roy Hodgson en su momento, porque buenos jugadores han tenido a lo largo de estos años, e inclusive transcurrieron en épocas doradas de otras naciones, como la española o la alemana.
Pero ahora de la nada, todo está bien encaminado: con miras al título de la Euro 2020 o Qatar 2022. Y es que, a pesar de que las grandes potencias se encuentran en una etapa de transición, lo cierto es que a Inglaterra no le alcanzará si no determina un argumento con el cual jugar a la pelota.
TIEMPO EXTRA
Desde 2016 que Southgate tomó las riendas del país británico su historial es positivo: 14 victorias, 7 empates y 6 derrotas.
