Blatter, aún como presidente de la FIFA, anunció en diciembre de 2010 la elección de Qatar como sede del Mundial 2022. (ARCHIVO)
Decenas de migrantes que trabajaron por meses en la infraestructura para la Copa Mundial de Futbol 2022 en Qatar fueron explotados por una compañía constructora que se niega a pagar sus salarios, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).
La organización publicó este miércoles los resultados de una investigación sobre las acusaciones de explotación laboral contra la compañía Mercury MENA, que adeuda miles de dólares en salarios y prestaciones laborales a extrabajadores migrantes, que quedaron atrapados en Qatar sin un centavo.
“Muchos trabajadores de Mercury MENA hicieron grandes sacrificios y solicitaron créditos ruinosos para poder aceptar un puesto de trabajo en Qatar, y terminaron trabajando sin cobrar durante meses”, afirmó Steve Cockburn, director de Asuntos Temáticos Globales de AI.
La organización no gubernamental (ONG) entrevistó entre octubre de 2017 y abril pasado a 78 extrabajadores de Mercury MENA procedentes de Filipinas, India y Nepal, a los que la empresa debe grandes sumas de dinero.
De acuerdo con AI, entre salarios y prestaciones, a la mayoría de los extrabajadores de Mercury MENA entrevistados por Amnistía Internacional se les debe entre cinco mil y nueve mil riales qataríes, entre mil 370 y dos mil 470 dólares.
“En 2017, el gobierno qatarí fue aplaudido al anunciar un programa de reformas laborales. Pero al momento de la firma, decenas de trabajadores de Mercury MENA estaban atrapados en alojamientos precarios, sin cobrar, preguntándose cómo iban a pagar su comida y si podrían volver con su familia”, indicó Cockburn.
AI recordó que Mercury MENA, anteriormente llamada Mercury Middle East, tuvo un papel importante en la construcción de un estadio modelo, que fue fundamental para que Qatar fue elegido en diciembre de 2010 como sede de la Copa Mundial de 2022.
Desde entonces, agregó, migrantes contratados por la empresa trabajaron en algunos de los proyectos más prestigiosos de Qatar, incluida la “ciudad del futuro” de Lusail, que organizará las ceremonias de inauguración y clausura del próximo Mundial de Futbol.
Otros laboraron en el complejo residencial de trabajadores de Barwa al Baraha, irónicamente promocionado por Qatar como muestra de la mejora de las condiciones de los obreros migrantes en el país, abundó la organización, con sede en esta capital.
Comunicaciones documentadas entre Mercury MENA y sus trabajadores demuestran que el equipo directivo de la empresa conocía perfectamente los problemas con el pago de salarios, y que siguió haciendo promesas de cubrir los adeudos, que finalmente no cumplió.
