Prepárate ante todo

Nadie esta exento de padecer una enfermedad o de necesitar cuidados después de alguna cirugía, sin embargo, ¿qué pasa cuando eres tú el que se tiene que encargar de un enfermo? ¿sabes qué hacer en caso de volverte cuidador de un familiar? Antes de que llegase a suceder una situación así en la familia, conozcamos de manera sencilla que se necesita aprender para cuidar a un enfermo.

¿Cuándo soy un cuidador?

Primero a muchas personas les cuesta decir que es el cuidador, prefieren decir “soy la hija, hijo, esposo, esposa”. Este temor es comprensible, muchos creen que al tomar este rol perderán su relación familiar, pero, aunque cuide a su madre anciana, jamás dejará de ser su madre. Simplemente esta cuidando a alguien que ama.

Esta labor comienza en el momento en que su familiar es dado de alta y se asume que se hará cargo de cuidarlo. En algunos casos puede que los familiares no le brinden ninguna tipo de apoyo o no puedan ayudarlo.

Es difícil aceptar que un familiar necesitará ayuda de ahora en adelante, es complicado darse cuenta que ahora será usted quien brinde esos cuidados o que requerirá contratar a alguien que lo haga. Piense que es sumamente importante aceptar la realidad que tendrá que vivir y poder empezar a trabajar en ella. Estas son algunas cosas que debe tomar en cuenta:

• Piense antes de actuar. Aunque la situación comience a tornarse complicada y quiera brindar la mayor atención al enfermo, no tome decisiones impulsivas, como renunciar al trabajo, llevarse a vivir a su familiar a su casa o vender su casa para pagar una asistencia médica. Tómese el tiempo de pensar todas las opciones que hay y analizar las consecuencias que pueden tener en el futuro y en su familia.

• Establezca sus propios límites. Nadie puede hacer todo. Necesitará ayuda de profesionales, familiares, amigos, personas que contrate y servicios comunitarios.

• Establezca sus propios límites. En ocasiones podrá escuchar criticas de familiares, médicos o enfermeras, pero, si esta cumpliendo con su mayor esfuerzo para realizar su labor como cuidador, no hay razón para sentirse culpable. Si se da cuenta que incluso con su mayor esfuerzo no esta cumpliendo con la demanda de ser cuidador, entonces será el momento indicado para pedir ayuda a los especialistas y poder cambiar la situación.

Planeación y equilibrio

No todos las enfermedades son iguales, no tienen los mismos cuidados ni los mismos tratamientos médicos, por esta razón es muy importante que conozca a la perfección la condición médica de su familiar, averigüe los riesgos y los beneficios de los posibles tratamientos que pueden ser aplicados, además pregunte sobre lo que puede suceder en el futuro, se entiende que el temor de perderlo es grande, sin embargo, no se quede con duda de nada, esto ayudará a que sepa que hacer en caso de alguna emergencia.

Es también conveniente que conozca la situación que tiene el enfermo con el seguro médico, así podrá conocer que es lo que cubre de su tratamiento. De igual manera siempre revise los documentos legales que este tiene, y si es posible que firme un documento de instrucciones anticipadas y un poder notarial para los asuntos financiero, de esta manera evitar disputas entre la familia y consulte con ellos cualquier cosa que haga para que ellos también participen.

No deje de lado su labores personales, necesita aprender a equilibrar sus actividades con lo que hace como cuidador, no hay una respuesta sencilla para decir que es lo ideal que haga para completar con el tiempo, pero, siempre vea cuales opciones tiene y de estas cual puede ser la más viable para cumplir con el cuidado de su familiar sin descuidarse a usted mismo. Es recomendable que haga ejercicio y/o asista aun grupo de apoyo donde encontrará a personas que pueden pasar por una situación similar a la de usted.

El cambio

Siempre hay que estar preparados para el tiempo en que se estará al cuidado del enfermo, se puede pensar que estarán por un tiempo corto y luego se dan cuenta que se llevarán meses o hasta años. Para la gran mayoría es más fácil adaptarse a una emergencia que a una situación de largo plazo. Se debe estar preparado para conocer sus fortalezas y limitaciones.

Con el tiempo la situación de su familiar puede cambiar, como:

• Puede empeorar o mejorar.

• Pueden presentarse nuevas complicaciones.

• Si su familiar tiene problemas de memoria, puede que él o ella ya no esté a salvo si está solo.

• Una nueva internación significará nuevos medicamentos y planes de tratamiento.

En cierto modo ser cuidador de un enfermo es una situación que nunca termina, las experiencias que ha tenido han permitido que aprenda cosas nuevas, ha pasado por momentos buenos y malos, pero de ellos se lleva un aprendizaje que siempre permanecerá con usted.

Cuando llega la parte final de los cuidados puede que este cansado físicamente pero tal vez espiritual y mentalmente sea más fuerte que antes. En algunos casos el familiar puede sanar y cuidarse de sí mismo, pero en los casos en que el familiar fallece, aunque es un dolor grande, sin embargo, también esta bien sentirse un poco aliviado, porque los últimos días del enfermos fueron dignos y tranquilos, en este caso, se sentirá satisfecho de haber realizado una excelente labor de cuidados.

En ocasiones el cuidador no sólo extraña al ser querido, sino las tareas de cuidados que realizaba con él, pues se sentían bien ayudar a una persona y hacer una diferencia en su vida.

Es importante analizar como se este lidiando con el vacío que se siente al dejar de hacer la rutina de cuidados, en gran medida dependerá del trabajo emocional del cuidador y como equilibra sus otras actividades personales para seguir con su vida.

La vida sigue después de estar al cuidado de un enfermo y es ahí cuando se toma la decisión de dar otro paso en la vida.