El Señor hizo el aguacate.
En seguida creó la cebolla.
Luego trajo al mundo el jitomate.
Después dio forma al cilantro.
Y a todo eso le puso una pizca de sal.
Algo faltaba, sin embargo, algo muy importante, pero el Señor no sabía qué.
Sucedió por esos días que Adán y Eva desobedecieron al Padre y comieron el fruto del Árbol del Bien y del Mal.
El Señor, enchilado, supo lo que faltaba.
Entonces creó el chile.
Fue así como nació esa divina creación llamada guacamole.
¡Hasta mañana!...