¿Te acosan por teléfono fijo o celular?, denuncia de inmediato porque se trata de una violación a tu privacidad y un uso ilegal de tu base de datos. Las llamadas son a deshoras, o muy temprano o ya entrada la noche; generalmente son anónimas, a excepción de empresas locales que se identifican y ofrecen productos no solicitados por el cliente. Pero cómo fastidian a mañana, tarde y noche.
Son las siete de la mañana. Mi mujer duerme profundamente y de pronto salta con los timbrazos. Sacude la modorra y responde con la creencia que se trata de un familiar en apuros o que solamente pretende saludarla tempraneramente. Luego cuelga molesta, pero ya no puede dormir.
La despertó uno de los acosadores bancarios que no tienen por qué llamar a su casa puesto que el cliente en desgracia se les evaporó y buscan contactos por teléfono en lugar de hacerlo personalmente. A las diez de la noche del martes otro timbrazo nos alarma: una voz inentendible pero clara al final, dice que hay que apretar la tecla número uno; no lo hice porque consideré que se trataba de una trampa para entrar a actos indeseables.
Lo anterior pone de manifiesto que las personas que se esconden en el anonimato, están utilizando ilegalmente tu base de datos. Por la noche sucede lo mismo: llamadas alarmantes que no tienen ninguna justificación y vuelven a despertar a la señora de la casa que suele acostarse temprano para reponerse de la jornada diaria. Otros hostigadores mencionan empresas fantasmas y se convierten en cómplices de los estafadores que ofrecen premios de un supuesto sorteo que nadie conoce.
Los campanazos también interrumpen mis ronquidos pero no me levanto pero los que llaman no escapan a mis maldiciones. Me interesa que mi mujer duerma de seis a ocho horas para ofrecerme el desayuno y más tarde ropa y calcetines planchados.
El diario capitalino "La Jornada" publicó que hay una oleada de quejas en contra de los centros de llamadas telefónicas ("call center" dicen los proclives al pochismo) que transmiten las llamadas y el consejo ciudadano capitalino precisó que la identificación de los infractores es difícil porque no hay referencias de nombres y domicilios debido a que se esconden y cambian de un día para otro la ubicación de las empresas fantasma que dicen representar.
Esas violaciones a la vida privada de los mexiquenses se han intensificado en los últimos meses y ocurren en la mañana o en la noche, siempre a deshoras. Se trata, por lo tanto, de un problema que está afectando a los antes llamados defeños y seguramente sucede también en otras partes del país.
Recientemente en la Comarca Lagunera una empresa que se dijo operadora de servicios turísticos, hizo numerosas llamadas a ciudadanos a quienes les dijo que se habían ganado un premio en un sorteo inexistente y los reunió en un hotel de Torreón para que lo recogieran, un engaño para obligarlos a contratar viajes de carácter turístico con la tarjeta bancaria, de la cual ya tenían nombre, domicilio y centro laboral, incluyendo sus ingresos. Esta fue una primera demostración de las estafas telefónicas mediante el uso ilegal de las bases personales.
La publicación del diario capitalino afirma que los grupos presuntamente delincuenciales, solicitan los datos de las tarjetas de crédito, y citan a la persona en un hotel para embaucarla y obtener aportaciones que los afectados, igualmente engañados, pagarán en abonos a un banco local que al parecer también se presta esas operaciones, incluyendo los dueños del hotel. Yo fui uno de esos inocentes y cuando me llegó una notificación de que tenía que pagar 500 pesos al mes para que la promoción de los viajes por todo el país y el extranjero con inventados descuentos siguiera vigente, acudí a la Procuraduría de Defensa del Consumidor donde me atendieron de inmediato. Hablaron por teléfono a México y por esa vía rompí el contrato que me vi obligado a firmar. Tengo los documentos de cancelación como único consuelo y para recordarme que no debo responder a llamadas nada confiables. El robo fue por 9 mil pesos.
Las que se hacen a nivel local revelan que hay un uso indebido de datos personales. Además los vendedores por teléfono pasan por alto los principales argumentos de venta: tocar, mirar, oler, probarse prendas y conocer precios para temblar con el monto de la deuda en potencia. Por teléfono todo lo anterior es imposible. Por lo tanto la propaganda por hilo no tiene resultados prácticos.
Luego de firmar las seis notas de compra, resulta obligada la visita el restaurante de la planta alta de la compañía comercial ubicada en la avenida Hidalgo cuya calidad la corroboran personalmente los dueños, consumiendo sabrosos desayunos alrededor de una extensa mesa parecida a la usaban los caballeros de la mesa redonda en una época en la que no existían los malévolos teléfonos. No sé por qué motivo en estos tiempos la gente corre a contestar el teléfono aunque tropiece con el vacío de los engaños o los desengaños.
(En los últimos días se suspendieron las llamadas por aquel conducto no se sabe si porque no tienen fines utilitarios o se abrió una investigación sobre una supuesta violación a los derechos de privacidad).
