Condiciones. Muchas de las escuelas tienen múltiples carencias en su infraestructura, las cuales se agravan en tiempo de lluvias.
El siglo de torreón
Los maestros fueron los primeros que regresaron a las escuelas para participar en cursos de capacitación, antes de que iniciara el ciclo.
Los alumnos llegan hoy con toda la energía después de las vacaciones. Algunos aspectos de los planes de estudios cambiaron para una mayor comprensión. Hasta aquí todo está listo para un exitoso regreso a clases, pero lo que aún queda a deber es la infraestructura y condiciones en las instituciones; prácticamente en todas las escuelas hace falta algo para un mejor funcionamiento.
La reforma educativa se ocupó primordialmente de los maestros, pero se registra un lento avance en las condiciones de las escuelas en las que, cada año, se cobran cuotas "voluntarias" a los padres de familia para atender los requerimientos que se tienen o, por lo menos, los más urgentes.
De acuerdo a los datos del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial que hicieron en coordinación el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y Secretaría de Educación Púbica (SEP), las escuelas de Durango registran un rezago social medio y, de los cinco mil 841 centros de trabajo que existen, el 22 por ciento (%) no cuentan con mesa y silla para el maestro, mientras que el 14 % no tienen un mueble para que los alumnos se apoyen al escribir.
Asimismo, el 41 % de los centros de trabajo no cuentan con equipos de cómputo que sirvan y el 76 por ciento no tienen internet.
En cuanto a los servicios básicos, casi el 30 % de las instituciones carecen de agua de la red pública, el 18 % de los jardines de niños no tiene baño y el 52 % de las secundarias no cuentan con drenaje.
Las escuelas de preescolar, primaria y secundaria tampoco cuentan con las medidas necesarias de seguridad. De acuerdo a los datos del Censo, en Durango menos del 22 por ciento de las instituciones tienen señales de Protección Civil, rutas de evacuación, salidas de emergencia y zonas de seguridad.
La necesidad de más aulas se tiene en prácticamente todas las instituciones, por lo que en algunas se han habilitado bodegas para poder albergar a más alumnos. Esto ocurre inclusive en varias de la zona Centro que tienen la mayor demanda y que por años han hecho la solicitud para un nuevo salón, sin que ésta haya sido atendida.
Específicamente en la capital del estado de Durango, según datos de la Dirección Municipal de Educación, ocho de cada 10 escuelas registran déficit en su infraestructura, entre ella de bebederos.
El siglo de torreón
