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TORREÓN, ¡CÓMO VA CAMBIANDO TORREÓN! / VII

DR. LEONEL RODRÍGUEZ R.

(Primera parte)

"¿Qué es una ciudad inteligente? Las urbes inteligentes son ecosistemas diseñados a través de la tecnología que tienen que ver con todos y cada uno de los aspectos operativos de una ciudad en áreas como: Medio Ambiente, Educación, Seguridad, Movilidad, Economía".

Al mencionar en artículos pasados en relación a los monumentos con que me encontré al llegar a fines de septiembre de 1968, mencionaba tan sólo uno: el dedicado al Benemérito Lic. Don Benito Juárez, sin embargo, uno de mis lectores me hace recordar que ya existían dos más: el dedicado a Cristóbal Colón, por la calzada del mismo nombre, y el ubicado al inicio del Boulevard Independencia, dedicado al Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo, como así fue, también estoy seguro, que ya existía el Reloj solar en la Avenida Central de la Colonia Torreón Jardín.

Sin embargo, cuántos monumentos se han erigido a través de los últimos 50 años: Tal vez no los mencioné a todos, pero en el transcurso de este medio siglo, se han colocado monumentos por distintos rumbos de la ciudad y sobre todo en paseos públicos, como son la Alameda Zaragoza, la Plazuela Juárez, paseos en colonias residenciales y algunos edificios emblemáticos, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, que posteriormente fueron declarados como monumentos, tal es el caso de lo que fue el Casco de la Hacienda del Torreón, o sea, uno de los primeros torreones que se construyeron en los primeros años de que se fundó esta población, y que a decir de los historiadores, fue precisamente por la construcción de un torreón cerca de las márgenes del Río Nazas que posteriormente se le da el nombre a la población.

No hay duda de que el primer torreón que se construyó hace ya muchos ayeres fue destruido por las corrientes del río; el que actualmente existe es el segundo que se construyó y que muchos años después fue declarado monumento histórico de la ciudad donde actualmente se guardan un buen número de reliquias, entre ellas los murales que se encontraban en el edificio de la Presidencia Municipal que antecedió al que se encuentra actualmente frente a la Plazuela Juárez.

Otro de los edificios que tienen características de un torreón es el que se encuentra por la Avenida Presidente Carranza, que si no mal recuerdo, fue en el trienio del Lic. Carlos Román Cepeda que se restauró, se colocó una placa y es declarado monumento de la ciudad, sin embargo, desde aquellos entonces, no se le volvió a dar mantenimiento y en la actualidad se encuentra en condiciones muy lamentables e invadido del grafitismo que se considera es una "plaga" que se no se ha podido erradicar por todos los rumbos de la ciudad.

Fue en los festejos del 75 aniversario de Torreón, como ciudad, en 1982, que muchos ciudadanos amantes de su ciudad, obsequiaron gustosamente varios monumentos, entre los que mencionamos El Quijote y Sancho Panza, ubicado por la Calzada Colón y Boulevard Independencia, obsequio de don Pedro Valdés; un busto de Abraham Lincon, ubicado por una de las avenidas de la Colonia Torreón Jardín; otro busto de Albert Einstein, que originalmente se ubicó por el Boulevard Revolución, frente a las instalaciones del Tecnológico de La Laguna y que al parecer, dado el vandalismo de que fue objeto, se retiró de dicho lugar y actualmente se encuentra dentro del mismo.

La Vendimia, otro hermoso monumento, replica del original que se ubica en las instalaciones de una vitivinícola de la Ciudad de México, que en su momento obsequió la Familia Berlanga y afortunadamente aún lo admiramos en una pequeña rotonda ubicada en la intersección de la Prolongación Colón y Boulevard Constitución.

Lo que es el "nuevo kiosko" en la Plaza 2 de abril del Centro Histórico, para lo cual malamente desmontaron el kiosko con características porfirianas y lo reemplazan por uno "más moderno" con un reloj de cuatro carátulas que pocas veces funciona y el primero, me dicen, fue colocado en la plaza de la Colonia Martínez Adame, un gran error de las autoridades de aquellos entonces que aún cuando han transcurrido varias décadas, es de sabios reconocer que fue un garrafal error y hacerlo llegar nuevamente a su lugar original, después de demoler el que actualmente se encuentra.

Seguro estoy de que se colocaron otros monumentos más en aquel 75 aniversario de la ciudad, pero por el momento no los recuerdo.

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