Destino incierto
Yo no lo sé de cierto; pero creo que esta administración federal ha sido la peor que hemos padecido en los últimos 30 años, pues aún no termina y ya podemos hacer un recuento de los daños: aumento de los índices de pobreza, corrupción desmedida, impunidad pactada, violación a los Derechos Humanos, inseguridad, crimen organizado, delincuencia, asesinatos de periodistas, desapariciones forzadas, privatización de los recursos naturales, desvío de recursos del erario público, bajo crecimiento económico, y muchos otros problemas más, no menos graves que éstos.
El tiempo es relativo, y a muchos mexicanos nos parece que pasa lento, y que Peña Nieto ya debería irse, pero la ley dice que permanecerá en el poder hasta el 30 de noviembre. Y los ciudadanos aunque hartos ya de tantos “errores calculados”, de tanta malicia, de tanta perversidad, no sólo del presidente Peña, sino de algunos malos mexicanos que forman parte de su gabinete, sus incondicionales, sus compinches, tendremos que aguantar.
Hasta mayo de este año, había 109 mil 542 averiguaciones previas por homicidio, según una nota informativa de José Beltrán, director de la revista “Vida Nueva”; mientras que para Edna Jaime Treviño, directora de México Evalúa, el tema que más duele a los mexicanos es el gran ´déficit de esta administración.
Se podría decir, poniendo en la balanza los aciertos y los errores de Peña Nieto, que esta administración fue un fracaso, un fiasco, una decepción de ese PRI renovado que nos vendieron los medios de comunicación. Caímos en el garlito, como tontos, como ingenuos. Nos dieron atole con el dedo, antes de haber votado por el PRI; porque luego que la nueva administración sentó sus reales en palacio nacional ya no hubo marcha atrás; entonces, poco a poco fueron quitándose la máscara y comprando a legisladores y senadores, y urdieron el plan de quebrar Pemex para justificar la reforma energética y volverse accionistas de las compañías petroleras extranjeras.
Fue un plan malévolo, pues ya desde los tiempos de Calderón,” la empresa Sea Dragon de México se convirtió en una de las principales arrendadoras de plataformas de perforación en aguas ultraprofundas para Pemex; los seis contratos que obtuvo durante las administración de Felipe Calderón y enrique Peña Nieto sumaron dos mil 838 millones de dólares”, (Proceso, 8 Nov. 2017); esto no tendría mayor importancia, si la empresa arrendadora no hubiera sido “hechiza” y no hubiese rentado las plataformas ella misma a sociedades de papel, incorporadas en paraísos fiscales.
Cabe aclarar que las pifias son innumerables, y aunque equivocaciones todos tenemos, lo grave no son las fallas por torpeza; sino los aciertos calculados para hacer daño a México con el propósito insano de dañar a México; la avaricia personal desmedida; la simulación, el golpe bajo, los contratos firmados en la opacidad, el engaño publicitario permanente y costoso.
De todas las acciones de gobierno, una es imperdonable, la mentira; pues nos hicieron creer que la reforma energética sería benéfica para los mexicanos.
Nos equivocamos con Fox, nos equivocamos con Calderón, y lo volvimos a hacer con Peña. Ahora todas nuestras esperanzas están prendidas con alfileres de un solo hombre, que si logra acabar con la corrupción, seguramente será considerado un héroe. Ustedes “ya saben quién”.
Héctor García Pérez
Comarca Lagunera
