Por la muerte de su perro durante su estancia en un hotel para mascotas en Torreón, Jorge y Tania responsabilizan al lugar tras caer en una serie de contradicciones en las causas. Acudirán ante las autoridades para exigir justicia y sobre todo dicen, para evitar que otra mascota muera por su negligencia.
Visiblemente afectada por la repentina muerte de "Bruno", un pastor australiano de ocho años de edad, Tania contó que fue el miércoles 8 de agosto que hospedaron en hotel para mascotas, spa y clínica veterinaria, ubicada en avenida Allende casi esquina con calle Comonfort, ante un viaje que realizarían por unos días fuera de la ciudad.
Se trataba de la tercera ocasión en la que su mascota se hospedaría en el lugar. La pareja no imaginó que sería la última vez que verían con vida a "Bruno".
El lunes 13 a las 9:00 horas, Tania recibió un mensaje en su celular del dueño del lugar en donde le informaba que era urgente que se comunicara con él, al no obtener respuesta, opta por llamarla para darle una mala noticia. “Bruno falleció”, le informó. Un infarto era lo que presuntamente le había quitado la vida.
De inmediato, Tania pidió a sus padres que se trasladaran al lugar para recoger a su mascota. Inconformes con el argumento del dueño del lugar, solicitaron se le practicara una autopsia a la mascota para determinar las causas reales de su muerte. De acuerdo con el documento, la causa fue por electrocución.
“El señor dice que el perro se murió de un infarto. Me dijo que no era posible que se pudiera morir electrocutado”, comentó Tania.
El reporte dice que la mascota tenía entre de 12 a 24 horas, otra de las contradicciones del lugar, señalan.
“Vamos por los medios de comunicación, para prevenir que tengan cuidado otras personas”, aseguró Jorge quien señaló que no se busca una retribución por parte del lugar “porque nada nos va a devolver a nuestro perro”, y aclaró que lo único que buscan es justicia en su caso.
