José Rivero (i), del Tijuana, y Julio Domínguez, del Cruz Azul, durante el juego de la Jornada 4 en el Estadio Caliente. (Jam Media)
Un ladrido puso en peligro la marcha invicta de un Cruz Azul confiado, que reaccionó sobre la hora para mostrar que es a prueba de mordidas con un empate frente a los Xolos (1-1).
A nada estuvieron de su primer tropiezo del torneo, pero desde el fondo apareció Gerardo Flores con un gol que dio vida y fuerza a los cementeros que comparten la cima con los Pumas.
La Máquina perdió por momentos el rumbo, además de sufrir la desventaja numérica en prácticamente todo el partido por la expulsión de Pablo Aguilar. A pesar de ello, los de La Noria se van de la Perrera con un punto en la bolsa, aunque atrás quedará la ambición de repetir un buen arranque como en 2016, donde alcanzaron cuatro victorias al hilo.
Mientras que los Xolos del estratega Diego Cocca se quedaron con una amarga sensación, al no aprovechar su mayoría en el terreno de juego y que hicieron los honores al abrir el marcador. Salvo los goles, no se guardaron nada en el primer tiempo.
La afición apenas se acomodaba en su lugar cuando un pase filtrado de Juan Lucero para Diego González sorprendió a todos… casi a todos, menos al guardameta José de Jesús Corona. Chuy, en una buena lectura de la jugada, salió al achique para ganar el uno a uno contra González.
Corona no impidió que Bolaños, anotara al 79', en jugada apretada porque parecía que el esférico no había rebasado la línea de gol.
