Con su equipo todavía muy lejos de ser un conjunto, Robert Dante Siboldi intentará cosechar otros tres puntos en casa sacudiendo su alineación titular y resetear con cambios desde el arco y pasando por la defensa y la media cancha. Sabemos que la intención de Robert Dante siempre es intentar jugar bien a la pelota, el problema es que entre bajas de jugadores prácticamente insustituibles, sensibles perdidas en lo físico y lo futbolístico de otros elementos clave, la llegada sobre la marcha de refuerzos han complicado aún más el errático inicio de torneo, de tal modo de conseguirse el triunfo hoy como sea será bienvenido. La cohesión entre líneas no ha existido y al parecer el ex guardameta y actual técnico campeón debutará en este Apertura 2018 a Jonathan Orozco en la puerta, Matheus Dória en la central por izquierda y Gerardo Arteaga en la lateral izquierda.
Acevedo, Alcoba y Angulo saldrían del once titular, Dória y Nervo con días de entrenamiento serán los centrales, Abella firme por el lado derecho, los cuatro volantes tendrían a los tres de siempre: Vázquez, Osvaldo y Lozano. Carlos Orrantia se encargará del carril derecho jugando por delante del capitán Abella. Los de adelante Cabecita y Furch. Con esos no basta y sobra, solo basta para vencer al Puebla, que no le gana al Santos en diez partidos seguidos y no le ha hecho gol en cuatro juegos al hilo.
Para el campeón un empate sería igual a una derrota y para ganar hoy tendrá que recurrir a la jugada individual más que a la colectiva, es el momento para Osvaldo Martínez, el paraguayo deberá sacudirse la modorra con la que ha iniciado el torneo, en los dos partidos de liga se ha notado poco o nada y se necesita su aporte tanto para darle fluidez al medio campo como su pegada de media distancia y a balón parado. En la semana Osvaldito pidió confianza y paciencia a la afición, afirma que muy pronto volverán a ver al equipo que enamoró en el Clausura.
También el presidente Irarragorri avizora una sustanciosa mejoría en los Guerreros a corto plazo a lo mostrado en los últimos cuatro partidos oficiales donde tiene tres derrotas y un triunfo. En la única victoria en la jornada uno contra el otro equipo poblano un gol que tuvo como aliada la casualidad (Lozano pegándole de zurda machucado y con una leve desviada que sirvió para dirigir el balón al arco) el segundo de Santos fue una gran galopada de Rodríguez con estupenda definición, de ese tipo de jugadas son las que se esperan de Cabecita, con esa obsesión de conducir a mil por hora como si en eso le fuera la vida, puede malograr varias, pero puede cascar otras. Mientras no se tenga a punto a Ayrtón se dependerá de las correrías del desenfrenado uruguayo. La otrea modalidad de ataque es aparentemente sencilla, Orrantia por derecha y Lozano por izquierda deberán de dotar de parque al nueve Julio Furch y si Osvaldo vuelve a andar, Santos puede tener varias opciones realmente peligrosas para abrir la defensa poblana.
La Franja perdió en la uno contra el Cruz Azul en los últimos diez minutos incluyendo arbitraje en su contra, en la dos venció al sub campeón Toluca con anotaciones de sus refuerzos Daniel Arreola y el "gringo" Torres. Nervo y Dória tendrán que ir entendiéndose en pleno partido para tratar de contener a Cavallini y Tabó. Atrás, Puebla tiene un grupo de futbolistas con oficio como Angulo, Pimentel, Arreola y Chumacero. Su nuevo arquero es el uruguayo Nicolás Vikonis proveniente del futbol colombiano, reanudando la tradición de grandes porteros charrúas en la franja, como es el caso del entrenador del Santos Siboldi y Gerardo Rabajda.
Llegar a seis puntos de nueve disputados no estaría nada mal considerando que el equipo perdió al equivalente a sus dos linebakers y receptor estrellas (ahí viene la NFL la comparación es inevitable) a Robert le tranquilizaría sobre manera otro triunfo en casa, para tener otra semana más de trabajo en busca de la forma óptima de su equipo cobijado por seis muy buenos puntos, de sobra esta decir que de no ganarse hoy, la siguiente semana las juntas y sesiones extraordinarias menudearan con el consiguiente desgaste.
