Estimados lectores en esta ocasión dedico las líneas en esta columna a un tema que ha comenzado a preocupar entre los aficionados de Santos Laguna. Tal vez es muy temprano para caer en esa preocupación, se juega próximamente la jornada 3 de la Liga MX y apenas el primer encuentro de Copa, sin embargo lo que hemos visto en la cancha con el equipo albiverde es para preocupar a cualquiera en todo momento.
Es cierto que se fueron jugadores importantes de la columna vertebral del cuadro base de Robert Dante Siboldi, sin embargo de la alineación que disputó ambos partidos de la final del Clausura 2018 a la formación de las primera dos fechas de liga, solo la ausencia de Carlos Izquierdoz y la presencia de Martín Nervo es la diferencia entre ambos cuadros.
Es alarmante el cambio en la cancha, y se ha notado en el rostro del estratega charrúa durante los partidos al observar que su equipo realmente no funciona con los mismos jugadores prácticamente. Podríamos hablar de un término llamado "campeonitis" cuando han aparecido los primeros síntomas de una enfermedad imaginaria en el futbol, la cual sirve de consuelo para los ilusos, pues todo tiene un porqué en esta vida.
Los motivos siempre existen, pero ¿Cómo saber cuál es el motivo de este cambio tan drástico? El poco trabajo de pretemporada en relación al que tuvieron la mayoría de los equipos que no llegaron a Liguilla y a la gran final. La salida de jugadores importantes y la tardía llegada de refuerzos que tiempo se van a tomar para poder entrar en la misma dinámica del conjunto lagunero podría ser otra explicación. La ambición económica de una directiva más los caprichos de jugadores por salir del equipo también sería un motivo aceptable para esta situación.
Encontrar los problemas es fácil, pero encontrar las soluciones es lo difícil y esperemos que pronto se pueda encontrar una solución práctica y a tiempo. Los refuerzos parecen ser los ideales, a pesar de faltar uno, pero se confía que puedan hacer funcionar la maquinaria que llevó a los Guerreros a obtener su sexta estrella. Confiamos en que pronto llegue el estado de gracia para el equipo y no tengamos que volver a escribir en estas líneas, la misma preocupación que ahora nos ocupa y preocupa.
