Muchas esperanzas hay en lo que pueda hacer el mariscal de campo Jimmy Garoppolo. (AP)
Lidiar con las altas expectativas no suele figurar entre las tareas pendientes de un equipo que viene de obtener apenas seis victorias en una campaña.
Pero los 49ers son distintos. Hilaron cinco de esos triunfos en la recta final de la campaña. Además, se han hecho de los servicios de un quarterback que ha dado muestras de ser uno de los más promisorios de la liga.
Y por lo tanto, San Francisco se topó con una curiosa situación en el comienzo de su primer campamento de prácticas con Jimmy Garoppolo, el mariscal que suscribió un contrato por 137.5 millones de dólares.
"Si nuestros jugadores se dedicaran sólo a leer, escuchar la radio y todo esto, podrían confundirse", reconoció el entrenador en jefe Kyle Shanahan. "Yo estoy al tanto de que la gente ha hablado de cosas grandes respecto de nosotros, y eso es lo que pasa cuando has ganado tus últimos cinco partidos después de comenzar tan mal. Quiero decir que todos sabemos que esto no significa nada, nada".
Los 49ers estuvieron lejos de ser un equipo prometedor en el inicio de la primera temporada de Shanahan como entrenador. Perdieron sus primeros nueve partidos, el peor comienzo en la historia de la franquicia.
La situación comenzó a cambiar cuando San Francisco cedió a Nueva Inglaterra una selección de segunda ronda del draft a cambio de Garoppolo, justo después de sufrir su octavo revés.
Y cuando Garoppolo pudo ingresar en el terreno, el cambio fue más notorio.
Lanzó un pase de touchdown en un encuentro que estaba ya perdido ante Seattle, y los 49ers se colocaron en una foja de 1-10. A la semana siguiente, despojó de la titularidad al novato C.J. Beathard. San Francisco no volvió a perder en la temporada, y registró la mejor foja de la historia para un equipo de la NFL que había perdido sus primeros nueve compromisos.
Pero está por verse si la tendencia continúa. En la NFL, 19 de 40 equipos que han concluido una temporada con cinco triunfos en fila durante los últimos 23 años se han perdido los playoffs a la campaña siguiente.
"Por la forma en que terminamos el año pasado, todo lucía positivo, pero ésta es una temporada completamente nueva, con nuevos retos", manifestó el tackle izquierdo Joe Staley. "Todos han estado muy concentrados y entienden esto. Es emocionante aprovechar algo positivo del año pasado y tratar de continuarlo en el receso antes de la otra campaña. Pero nadie en el camerino piensa que lo hemos logrado. Tenemos mucho trabajo por hacer. Fuimos un equipo con un récord de 6-10. Nos alegra la forma en que terminamos el año pasado, pero eso es historia".
La presencia de Garoppolo es el motivo principal de optimismo en San Francisco, pese a que no lució particularmente atinado en la primera práctica veraniega.
Completó el 67,4% de sus pases la temporada anterior, con un promedio de 8,8 yardas por intento, siete touchdowns, cinco interceptados y un rating de 96.2.
Entre los quarterbacks con al menos 100 pases en la campaña anterior, Garoppolo fue primero en yardas por intento y cuarto en porcentaje de envíos completos. Sus 308,4 yardas por partido en sus cinco inicios habrían sido la mejor cifra de la liga si es que hubiera jugado una campaña completa.
San Francisco anotó en el 55,6% de sus ofensivas, la mejor proporción de la NFL, después de que Garoppolo asumió la titularidad. Además, el equipo figuró entre los cinco primeros de la liga en puntos de la ofensiva (28,8 por encuentro), yardas por jugada (6,1) y yardas por partido (409,6).
