Labor. Los ‘cascos blancos’ son miembros de la Defensa Civil siria y realizan labores de rescate. (EFE)
Un grupo de 422 ciudadanos sirios, entre los que hay trabajadores de emergencias, llegaron ayer a Jordania tras huir de la violencia en el sur del país, en el marco de un acuerdo para ser asentados posteriormente en el Reino Unido, Alemania y Canadá, informó la agencia oficial de noticias, Petra.
El portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Mohamed al Kayed, dijo a la agencia que los 422 refugiados se encuentran en "una área cerrada y permanecerán allí hasta su salida" hacia los países de destino acordados con la ONU.
Al Kayed detalló que son miembros de la Defensa Civil siria, los denominados "cascos blancos", que el país ha aceptado recibir por "razones puramente humanitarias", ante el avance de las fuerzas gubernamentales sirias y sus aliados frente a los rebeldes en las áreas donde esos trabajadores operaban.
En un principio, Jordania acordó el acceso al país de 827 "cascos blancos" sirios, pero ese número ha sido rebajado a 422, según el portavoz de Exteriores, el cual no detalló el motivo detrás de esta reducción.
"El personal de la Defensa Civil estaba sirviendo en las áreas controladas por los rebeldes sirios, pero huyeron a los Altos del Golán ocupados (por Israel), después de la reciente ofensiva en el suroeste de Siria por las tropas del régimen", agregó Al Kayed, en referencia a la provincia de Al Quneitra y Deraa.
Los "cascos blancos", que realiza labores de rescate en áreas fuera del control del Gobierno de Damasco, han sido evacuados a través de Israel, país que permitió esta operación "como un gesto excepcional".
Por su parte, Alemania confirmó ayer que acogerá a ocho "cascos blancos" sirios y sus familias.
Continúa evacuación en el sur de Siria
La evacuación de combatientes y civiles de la provincia siria de Al Quneitra (sur) continuó ayer tras un acuerdo alcanzado con las fuerzas gubernamentales y Rusia, que prosiguen su ofensiva en la vecina región de Deraa, de donde han huido 20.000 civiles debido a los intensos bombardeos.
Unas 2.500 personas, entre rebeldes, sus familiares y otros civiles, han abandonado Al Quneitra en dirección a la provincia de Idleb, en el norte del país y último feudo opositor en Siria, siendo la segunda tanda de evacuados de esta zona en virtud de un acuerdo con las autoridades de Damasco y su aliado, Moscú.
La agencia oficial de noticias siria, SANA, informó de que 48 autobuses con "centenares de terroristas" a bordo han salido del pueblo de Um Batna, en Al Quneitra, y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos cifró en 2.500 los evacuados, entre los que figuran aquellos civiles que rechazan permanecer en la zona bajo el control del Gobierno sirio.
La evacuación se produce gracias a un "acuerdo de reconciliación" entre los insurgentes y Damasco, auspiciado por Rusia.
