Miembros del partido FARC. (EFE)
Con sombras de ojos color gris pardo y su juramentación, la transformación de Sandra Ramírez de guerrillera a senadora estaba completa.
Ocho excombatientes de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron juramentados ayer en sus puestos en otro paso crucial para implementar los acuerdos de paz del país, y se sentaron junto a antiguos archienemigos.