Turquía recordaba ayer el segundo aniversario de un intento de golpe de estado contra el gobierno. El presidente Recep Tayyip Erdogan y altos funcionarios asistieron a una recitación del Corán en Ankara, dando inicio a una serie de eventos con oraciones.
El 15 de julio de 2016, facciones militares utilizaron tanques, aviones de combate y helicópteros para tratar de derrocar a Erdogan. Los enfrentamientos tuvieron lugar en Estambul, Ankara y Marmaris, donde Erdogan estaba de vacaciones. El gobierno culpa de lo ocurrido al clérigo musulmán Fethullah Gulen, quien radica en EU y rechaza las acusaciones. Ali Erbas, jefe de asuntos religiosos, rezó por las 250 personas muertas y casi 2.200 heridos, diciendo que se oponían a "traidores que son los peones de los poderes extranjeros". Erdogan recitó versos en árabe. Al menos 35 supuestos golpistas fueron asesinados.