El gobierno federal, a través del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), a partir del 2012 está devolviendo a los jubilados y jubiladas los recursos de la subcuenta de vivienda 1997, lo cual significa la recuperación de excedentes retenidos al parecer indebidamente por la administración gubernamental a los trabajadores pensionados por la ley vigente en 1973 y quienes cotizaron en el régimen obligatorio del seguro social.
Esas devoluciones son independientes de la pensión mensual que paga el IMSS a los trabajadores retirados con derechos aún vigentes para disfrutarlas, debiendo tomar en cuenta que se trata de recursos económicos acumulados a través de su vida laboral pero lamentablemente aquellos, en su gran mayoría, no han realizado todavía los trámites correspondientes en el transcurso de los últimos cinco años a partir de las modificaciones a la ley general del seguro social.
Un elevado porcentaje de los pensionados desconoce todavía ese derecho y existe la posibilidad de que se produzcan cambios que puedan suspender indefinidamente esos trámites, advirtió el licenciado Pedro Cortez Escobedo, un asesor profesional especializado en la cobertura de los trámites correspondientes.
Aclaró que desde hace cuatro años el gobierno está regresando esos recursos, con la única condición de que los interesados entreguen personalmente una solicitud formal en las oficinas del instituto, en el caso de Gómez Palacio las que están ubicadas a un lado de la Torre Eiffel, en el bulevar González de la Vega y la calzada González de la Vega.
Los trámites son simples, nada engorrosos, sólo hay que presentarse con copias de la resolución de pensiones (si ya la perdió puede solicitarla por escrito en la sub delegación del IMSS ubicada en Juárez y Allende); un estado de cuenta del banco donde se cobran las pensiones y la credencial del Instituto Federal Electoral con copia para solicitar una cita ante cualquiera de los más de diez solícitos, atentas y pacientes asesoras que atienden a puertas abiertas a los interesados a partir de las 8.30. Sólo hay que sentarse en cómodas sillas interiores y esperar que aparezcan en una pantalla las letras y número del turno que le fue asignado.
Las entrevistas pueden tardar largo tiempo con una opción; levantarse a las seis de la mañana y formar filas ante la puerta principal del instituto para obtener la contraseña. Ese mismo día, previa revisión y aprobación de los documentos, le entregan al demandante la solicitud de pago vía transferencia electrónica del saldo de la subcuenta sub vivienda 97, con lo cual se materializa la devolución. Afuera no hay bancas ni sillas, hay que permanecer de pie o llevar una silla plegadiza o fija. Un bloque de concreto de unos 30 centímetros junto a la pared, a unos pasos de la puerta, es individual, duro e incómodo.
Y para los que no desayunaron y tienen hambre, en las afueras, a la altura de la calzada González de la Vega, hay un negocio de alimentos rápidos -burritos de papas, frijoles, chicharrón y asado- y un restaurante sombreado con árboles alrededor y mesas y sillas dispuestas en un pequeño espacio. El comedero se encuentra al aire libre y el ambiente es fresco, tranquilo y acogedor, con una torre Eiffel dominante en un área donde también funcionan la recaudación de rentas, un banco, la junta de conciliación y arbitraje, una papelería y enfrente el centro comercial La Soriana, todo ello en un sector con amplias zonas de estacionamiento. A movernos pues jubilados, porque la oportunidad de viajar a Mazatlán con nuevo traje de baño, protector solar y gorra de turista se nos va.
