Labores. Trabajadores llevaron los muebles nuevos para preparar la reunión entre el equipo de Trump con López Obrador. (EL UNIVERSAL)
A las 6 de la tarde de este jueves 12 de julio comenzó el bloqueo de las calles que rodean la casa de transición del próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que se prepara para recibir la visita "de cortesía" de un equipo de alto nivel del gobierno de Estados Unidos.
La delegación de la Casa Blanca que visitará hoy las oficinas de López Obrador estará integrada por el secretario de Estado, Mike Pompeo; el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin; Jared Kushner, asesor de gobierno y yerno del presidente Donald Trump, y su asistente Avi Berkowitz. También asistirán el encargado de Negocios, William Duncan; el subsecretario de Estado, Paco Palmieri, y la subsecretaria de Estado, Kim Breier.
Como representantes del próximo gobierno participarán Marcelo Ebrard, próximo canciller; Carlos Urzúa, propuesto como secretario de Hacienda; Jesús Seade, quien será responsable de la negociación del TLCAN; la próxima secretaria de Economía, Graciela Márquez, y Martha Bárcenas, quien se perfila como próxima embajadora en Estados Unidos.
Además, estarán presentes Alfonso Durazo, propuesto como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, y la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Esta visita de alto nivel, sin embargo, ha trastocado la vida de los vecinos y comerciantes de la colonia Roma. Especialmente de aquellos ubicados en el perímetro de la casa de transición de López Obrador, ubicada en la esquina de las calles de Monterrey y Chihuahua.
Desde la tarde de este jueves, el lugar está custodiado por elementos del Estado Mayor Presidencial y personal de la embajada de Estados Unidos, que desde el pasado martes comenzaron sus visitas de inspección en la zona, con personal de apoyo de la oficina del equipo de transición. Muchos de los vecinos de la zona ya sabían por las noticias del cinturón de seguridad instalado desde este jueves. A otros les informó personal de la delegación Cuauhtémoc que visitó sobre todo los negocios de la zona para que tomaran previsiones.
Algunos no disimularon su molestia, sobre todo por las pérdidas que para los negocios representará el cierre de calles durante la noche del jueves y la tarde del viernes, días de mucha actividad comercial en la zona, sobre todo en días de quincena.
"A mí sí me afecta", dijo Irma, dueña de una tienda ubicada en la calle de Chihuahua, frente a una universidad. "El viernes es el día que muchos de mis clientes de oficinas me pagan", dijo. Por eso expresó su molestia por la medida y hasta pidió que le pagaran el día de venta.
También Uberto, dueño de un restaurante de comida rápida ubicado en contra esquina de la casa de transición, expresó su preocupación, pues calcula que perdería hasta 30,000 pesos si no lo dejan trabajar mañana. Sobre todo ahora que le ha ido tan bien con la cantidad de gente que atrae la actividad diaria del próximo presidente, entre periodistas, visitantes y colaboradores del próximo presidente. Los oficinistas también tenían dudas sobre su día de trabajo, pues ya prevén que será un caos llegar a sus lugares de trabajo ubicados en la zona. "Aunque lleguemos en Metrobús, seguramente no nos dejarán ni acercarnos", dijo Carlos, un contador que trabaja en un despacho de la zona.
Efectivamente, a partir de las 6 de la tarde, el Estado Mayor Presidencial tomó el control de la zona, cortó la circulación y asumió la vigilancia.
Los residentes de la Roma toman con más calma este inconveniente, aunque admiten que la zona se ha complicado por la cantidad de gente que "entra y sale" de la pasa del "Peje", como le siguen llamando por aquí.
Molestos o no, vecinos, comerciantes, trabajadores y transeúntes se acercan, curiosos, a mirar los movimientos de los hombres de traje oscuro apostados en cada esquina de la cuadra, a la entrada de la casa, que suben y bajan por el techo, "como en las películas de espías", dice un adolescente de una escuela de la zona.
