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LA ALBERCA ESPARZA

SERGIO LUIS ROSAS

En el Torreón de antaño, en la década de los años treinta se construyó la Alberca Esparza, propiedad del agricultor Hilario Esparza Barrientos, en su rancho Los Ángeles, que a partir de 1942 lotificó y urbanizó para dar paso a la colonia Los Ángeles, considerada como la primera colonia residencial de Torreón, la cual detonó el crecimiento de la zona Norte de nuestra ciudad.

El editorialista Gilberto Serna Ramírez recuerda en su artículo del 27 de mayo de 2014: "En el Torreón de los años treinta el agua corría a raudales por las banquetas, dando lugar a que los niños de corta edad corriéramos alocados en el agua fría chapoteando gozosos con los pies desnudos''.

"Era el Torreón de antes, las tardes eran preciosas. Contaba con menos de 50 mil habitantes. Se construyó la Alberca Esparza por el rumbo de Los Ángeles a donde se llegaba atravesando un puente de madera. Existían tres grandes canales que llevaban agua de Oriente a Poniente, cruzando el pueblo, que fueron segados, surgiendo bulevares'', explicó Serna Ramírez.

El publicista Fernando González Ruiz escribió una semblanza de don Hilario Esparza Barrientos en la edición de marzo de 2016 de una conocida revista local, en la cual consigna: "Don Hilario Esparza Barrientos tenía dos norias, una en su huerta y la otra rumbo al Poniente, en lo que ahora es la colonia Moderna, donde aprovechó para abrir un estanque y convertirlo en alberca, con el fin de quien quisiera fuera a refrescarse pagando una cuota para su sostenimiento''.

González Ruiz recuerda que la Alberca Esparza era la más limpia de todas, porque la noria la alimentaba de agua muy fría que salía por un extremo a los canales de riego. "Las personas acudían a nadar, a comer las famosas sandías de don Hilario, y a ver y a ser vistos''. Esta inolvidable alberca era de 50 metros de largo por 30 de ancho y contaba con tres trampolines. A los lados estaba rodeada de árboles y en la cabecera había pinabetes.

La señora Yolanda Chávez Santoyo comentó que a temprana hora, antes de ir a trabajar, en compañía de su hermano Manuel y unas amigas del Salón de Belleza donde laboraba, acudían a nadar y aprovechaban para disfrutar de los ricos tacos dorados que preparaban en ese lugar, así como de las sabrosas sandías, higos y uvas de la huerta de don Hilario.

De la Alberca Esparza surgieron grandes nadadores, entre los que podemos mencionar a los hermanos Manuel, Guillermo y Salvador Samaniego, excelentes clavadistas, "El Negro'' Zacatecas, David Villavicencio, los jóvenes Ochoa y Santelices, el Profr. César Marina Miravalle (1936-2002), quien a la edad de 15 años representó a México en Juegos Centroamericanos, siendo campeón en la modalidad de Mariposa.

César destacó también como periodista, habiendo laborado por espacio de 40 años en "El Siglo de Torreón'' como reportero y jefe de la Sección de Deportes durante 25 años. Además, desempeñó 12 años el cargo de Director Municipal del Deporte, desde donde promovió diferentes disciplinas deportivas y torneos en diferentes colonias de la ciudad en cuatro administraciones municipales.

En una entrevista de hace años el Profr. Jesús Martell García (QEPD), destacado deportista lagunero, recordó que el voleibol de playa empezó a practicarse en Torreón en la década de los años cincuenta en una cancha de arena que había en la desaparecida Alberca Esparza y se jugaba nueve contra nueve.

Los primeros en practicar el voleibol fueron nadadores, entre los que mencionó a César Marina Miravalle, los hermanos Guillermo, Manuel y Salvador Samaniego, "El Prieto" Zacatecas y Ochoa. La Alberca Esparza era administrada por la señorita Josefina Yamatei, se ubicaba entre avenidas Narciso Mendoza y Aquiles Serdán, de calle Acuña a Rodríguez, en la colonia Moderna de esta ciudad.

Al desaparecer esta inolvidable alberca dejó de practicarse el voleibol de playa, y no fue hasta la participación de la lagunera Bibiana Candela en voleibol de playa en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 que hubo un repunte de este deporte, incluso se construyó una cancha de voleibol de playa en un espacio de la Unidad Deportiva Torreón durante la administración del Ing. Omar Gutiérrez. Lamentablemente, le faltó promoción a este deporte en la UDT.

El voleibol de sala, de seis contra seis, empezó a practicarse en la década de los años cuarenta en las escuelas Primarias de esta ciudad, entre ellas la Habib Estéfano, Francisco Sarabia, Escuela Coahuila, Niños Héroes de la colonia San Joaquín, Escuela México, la Constituyentes, Gregorio García, Miguel Hidalgo, Jesús González Ortega y la España.

"Se jugaba mucho voleibol en esas escuelas entre 1945 y 1949, destacando la Coahuila, ya que su directora, la maestra Hortensia Gámez, era una amante de este deporte y lo apoyaba de manera incondicional", recordó Martell García. Con un tono de melancolía manifestó que fue una etapa muy bonita, ya que se jugaba voleibol de los seis a los 12 años de edad en un gran ambiente de competencia y compañerismo.

Añadió que al cerrarse la Alberca Esparza se construyó una cancha de voleibol de sala entre 1956 y 1958 en el Club San Ignacio de Loyola, ubicado por la avenida Morelos, entre calzada Colón y calle Javier Mina, atrás de la Catedral del Carmen. Fue entonces cuando surgió la Asociación de Voleibol de Torreón, que presidió inicialmente Ramón Castañeda.

Apuntó que en la Escuela Centenario el voleibol fue promovido por el profesor Carlos Adelantado Rosas, en la Escuela Morelos por Paulino Muñoz, en la Álvaro Obregón por Francisco Cerón, en la Francisco Sarabia por José Ascensión Muñoz, en la Constituyentes por Antonio Ríos Fuentes, quien fue el primero en difundir el voleibol de competencia a partir de los primeros años de la década de los cincuenta.

La Alberca Torreón dejó de funcionar a fines de la década de los años cincuenta, cuando su propietario don Hilario Esparza decidió lotificar la superficie que ocupaba y vendió los lotes a precios accesibles para que la gente que no podía comprar un terreno en la colonia Los Ángeles y Ampliación Los Ángeles adquiriera uno en lo que ahora son las colonias Moderna y la Eugenio Aguirre Benavides. La desaparecida alberca está ligada a la historia de la natación y del voleibol de playa en la Comarca Lagunera, así como al desarrollo urbano de Torreón.

¡Hasta el próximo miércoles!

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