De frente al futuro

Sin lugar a dudas, la salud es el tesoro más valioso que cualquier persona puede tener, por lo que cuando una enfermedad crónico degenerativa es diagnosticada, inmediatamente aparecen sentimientos de angustia, culpa y ansiedad. Además, la mayoría de las veces la noticia es inesperada y tanto el paciente como los familiares enfrentan un futuro lleno de incertidumbre.

Por desgracia, uno de los procesos más difíciles por los que pasa el ser humano es la enfermedad, ya que no sólo lo afecta físicamente, también influye negativamente en otros aspectos como el económico, social, familiar, espiritual y emocional.

Según el psicólogo y tanatólogo lagunero José Carlos Saldaña Serna, nunca podemos estar del todo preparados para recibir un diagnóstico complicado. “Una noticia de esta magnitud siempre es sorpresiva, es algo que ninguna persona espera”, aseguró.

Sin embargo, la persona puede seguir algunas recomendaciones y prepararse emocionalmente para recibir un diagnóstico delicado. El psicólogo Saldaña, menciona que es primordial mantener una actitud objetiva, “cuando se comienzan a presentar los síntomas y antes de recibir el diagnóstico, nuestra mente vuela y comenzamos a imaginar cosas catastróficas, y aunque muchas veces las emociones nos ganan, es muy importante ser lo más objetivos posible”, señaló.

Por otra parte, la forma en la que se comunica el diagnóstico influye bastante en la reacción del paciente. El también tanatólogo Juan Carlos, comenta que desgraciadamente el personal de salud no tiene el suficiente tacto para anunciar el diagnóstico. “Algunas veces lo notifican de una manera muy fría, no dan suficiente información sobre la enfermedad y los tratamientos o simplemente no se ponen en el lugar del paciente, es decir, no son empáticos”.

Una vez confirmado el diagnóstico, es indispensable que el paciente y sus familiares resuelvan todas sus dudas apoyadas del especialista. “En esta etapa lo más importante es que el paciente haga las preguntas que sean necesarias, y si considera que no está recibiendo una buena atención o un buen trato, es indispensable que pida una segunda opinión”, aseguró el psicólogo Saldaña.

Forma una red de apoyo

El siguiente paso y tal vez uno de los más complicados, es informar el diagnóstico a los familiares y amigos. Para el tanatólogo Saldaña, lo primero es comenzar por los parientes más cercanos y de confianza. “Se recomienda ser totalmente honestos, cuidadosos, claros y realistas. Es importante darles toda la información y tratar de no generar mucha preocupación”.

No obstante, algunos pacientes toman la decisión de mantener su enfermedad en secreto para no ser juzgados o no preocupar a los demás. Sin embargo, el psicólogo Saldaña asegura que no es recomendable hacerlo. “Definitivamente, vivir la enfermedad en secreto es muy desgastante. A pesar de que es difícil compartir este tipo de información, al paciente le sirve mucho hacerlo para formar una red de apoyo que lo aliente”.

Durante la enfermedad, la persona se enfrentará a algunos retos. Si se trata de un padecimiento permanente, el primer reto es aceptarlo. Los expertos indican que lo más probable es que durante esta etapa se presenten algunas crisis existenciales donde la persona se cuestione su misión en la vida o recapitule sus acciones.

Otro reto, que sin duda será el más complicado, es adaptarte al nuevo estilo de vida. Saldaña Serna comenta que en este momento la persona debe iniciar con una nueva rutina, acostumbrarse al tratamiento y cambiar algunos hábitos. “En ciertas ocasiones es necesario agregar o eliminar algunas actividades, por ejemplo, si el diagnóstico es diabetes, es obligatorio modificar la dieta del paciente”.

Desgraciadamente, es común que después de recibir un diagnóstico complicado la persona se enfrente a sentimientos de culpa. “Inmediatamente aparecen reproches, sin embargo, es mejor concentrarse en pensamientos positivos y comenzar a realizar actividades que antes no habías intentado”, aseguró el tanatólogo José Carlos.

El proceso de la asimilación

A pesar de que cada personalidad es distinta y todos los individuos reaccionan de manera distinta, los expertos han observado algunos comportamientos similares en los recién diagnosticados con enfermedades terminales o de alta mortalidad. A estas conductas se les conoce como las cinco etapas del duelo y los especialistas aseguran que son totalmente normales.

Primera etapa: En este periodo, el paciente no puede aceptar el diagnóstico, por lo que este periodo es conocido como ‘negación’. Es común que el paciente se niegue a hablar de la situación y regularmente hace comentarios como ‘a mí no me puede estar pasando esto’. No obstante, el paciente comienza a buscar más información sobre la enfermedad.

Segunda etapa: A continuación el paciente presenta emociones como la ira y la culpa. Sin lugar a dudas es la etapa más difícil ya que proyecta su enojo con las personas que lo rodean. Además, el enfermo se aísla por completo de sus seres queridos y aparecen sentimientos de culpa. Los pensamientos de que la enfermedad apareció por haber hecho algo mal, por haber fumado, no haber hecho deporte o no cuidar la alimentación son recurrentes.

Tercera etapa: También conocida como la etapa de negociación. En este momento, es importante que los familiares y amigos sean cien por ciento empáticos con el paciente y traten de entender sus comportamientos anteriores. En la tercera etapa es normal que el paciente comience a asimilar su condición y regrese la esperanza.

Cuarta etapa: En esta penúltima etapa, la mayoría de los pacientes recaen en depresión y se vuelve a perder la esperanza. A pesar de haber pasado por una leve mejoría, la persona puede debilitarse, aislarse y deprimirse.

Quinta etapa: Los especialistas la llaman la fase de aceptación. Para este momento, el paciente comienza a hablar de una manera más tranquila y abierta sobre su enfermedad o posible muerte. En algunas ocasiones es necesario acudir con un tanatólogo que ayude al paciente y a su familia a abordar la muerte desde una perspectiva más humana y científica, ya que esto les puede dar paz y tranquilad.

Del otro lado

Indudablemente, durante este proceso tan difícil, tanto familiares como amigos tendrán la intención de ayudar, alentar y apoyar al paciente. Sin embargo, deben tratar de no ser muy insistentes y no presionar a su ser querido. “Generalmente los familiares hacen bastantes preguntas y se preocupan mucho, lo cual puede provocar ansiedad en el paciente, por eso se recomienda escucharlo, no presionarlo y hacerle saber que te encuentras con él, también es muy importante ser empáticos”, comentó Saldaña Serna.

En algunas ocasiones, asistir a un grupo de apoyo resulta útil y aporta grandes beneficios al paciente. El grupo de apoyo tiene la finalidad de ayudar al individuo a enfrentar algún problema o situación. Esta estrategia resulta conveniente para el enfermo ya que le da la oportunidad de escuchar testimonios y experiencias similares que lo hacen sentir entendido y que no está solo.

Ante un diagnóstico difícil, es común que todos se concentren en el paciente y olviden por completo a las personas cercanas. Es muy importante también brindarle apoyo a los familiares que acompañan al enfermo. “Definitivamente el acompañamiento y cuidado del paciente resulta desgantante”, aseguró Juan Carlos. “Es totalmente válido que los parientes cercanos pidan ayuda, ya que al igual que el enfermo, se sienten angustiados y presentan sentimientos de culpa”, finalizó.

Sin lugar a dudas, recibir un diagnóstico de esta magnitud es muy difícil. Lo más importante es mantener una actitud positiva y tratar de ser objetivos. Recuerda es una segunda oportunidad y es un buen momento para hacer todas aquellas cosas que nunca te habías atrevido. Si el paciente y sus familiares consideran que necesitan ayuda ¡no duden en pedirla! En la región existen grupos de apoyo y especialistas que los pueden ayudar.