Columnas Social

Ensayo sobre la cultura

El cambio

La cultura jamás permanece estática, siempre está abierta a la crítica y al cambio. Todo se transforma y nada permanece, como en la energía; siguiendo a Heráclito, el movimiento es lo único real, lo que cambia.

La política, como una parte fundamental de lo mismo, no podía estar ajena al cambio, por más que los partidos políticos quieran permanecer, si no escuchan la voz de sus representados, van a desaparecer. Hasta los totalitarismos lo hacen por más que duren en el poder.

El PRI dejó de escuchar al pueblo. Nadie se sorprenda de las altas votaciones que tuvo Morena porque eso ya se adivinaba (que conste que yo no voté por Morena). El hartazgo se dio y cuando uno ya no tiene nada que perder, se arriesga hasta el límite. Más de lo mismo era la última opción y más que nada había que votar contra el partido que innumerables veces nos ha traicionado.

La idea de la revolución desde hace mucho es caduca. Ni las promesas al campo ni la mejoría de los trabajadores se siente. Uno no puede conformarse con lo mínimo. La clase media se está reduciendo; la posibilidad de pasar de una clase a otra es cada vez más difícil, la educación minimiza sus contenidos y convierte al hombre en una pieza de producción en donde ya no le interesa el desarrollo del ser sino el tener. Esto da como resultado un campo propicio para que la inseguridad prolifere, ya que sin moral alguna que nos detenga, y sin espíritu cívico, ganar mucho dinero, con poco esfuerzo, es una atracción que difícilmente puedan rechazar.

La política se ha convertido en lo mismo, un camino donde lo que importa es la sagacidad para irse situando a los puestos de la cúpula, donde además del sueldo, se puede lucrar con todo. Es una manera actual de convertirse en millonario, sin importar que la hambruna de las clases bajas crezca.

Más de veinte gobernadores están en la mira justiciera. Sobresale Duarte en nuestros días, ya no tiene ninguna importancia la dignidad, esa no se compra con dinero. Hacen oídos sordos a ser señalados. Su esposa se intenta esconder en Inglaterra y es perseguida como un animal de caza. Triste fama como la de Hitler o como todas esas heces humanas que han dañado a la civilización. Pero hay otros veinte que también aprovecharon el puesto para su beneficio personal. Ya no importa el nombre de la madre, del padre, del tío, de los hijos. Lo que importa es tener a manos llenas y en eso han convertido su carrera política.

No era raro pues que el ciudadano se hartara y los mandase al diablo.

En la ciudad lo vivimos; después de haber sido un centro comercial, un centro agrícola, un centro industrial, un centro de comunicaciones, nos redujeron a un pueblo donde el futuro no se ve en ninguna parte. No hubo desarrollo industrial, no se abrieron puestos de trabajo, el comercio decayó, nos han invadido del centro y del extranjero. La agroindustria principal emigró al estado vecino y ya perdimos la esencia de ser un centro de comunicaciones. Las líneas áreas batallan para permanecer. La importancia de los ferrocarriles se vinieron abajo; Torreón nació por eso, por los ferrocarriles. Tenemos un pobre Museo del ferrocarril y nos olvidamos de hacerle el gran monumento que merece. Hasta la misma estación, donde debería de haber estado tal museo, se convirtió en una pobre casa de la cultura, rodeada de inseguridad durante mucho tiempo. El Pablo C. Moreno permaneció cerrado. ¿Quieres más? El oriente de la ciudad necesita una casa de la cultura digna, grande, donde los jóvenes puedan acudir a desarrollar sus habilidades creativas y puedan encontrar mejores opciones que dedicarse al negocio de la droga para sobrevivir en esta sociedad (Algo más que llevar payasitos).

¿Se le ha ocurrido a tu director cultural esta opción? No hay presupuesto. ¿Cuántos ciudadanos han hecho cosas por la ciudad sin presupuesto acudiendo a la buena voluntad del ciudadano? El Cristo del cerro de las Noas fue promocionado por un sacerdote, el Quijote de la Colón fue subvencionado por la colonia española. Pero para lograr esto hay que tener credibilidad de quien lo pide. Necesitan presupuesto nuestras autoridades culturales, ¿a cuánto asciende la nómina del departamento? ¿Qué es lo que hacen para recibir su quincena, honradamente?

¿Ya ven la razón por la cual Morena no es razón para sorprenderse? No tenemos nada que perder.

  Por: José Luis Herrera Arce

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1478304

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx