El pasado miércoles 27 de junio mientras me encontraba viendo el juego entre los Dodgers y los Cachoros, el joven Albert Almora Jr. de la escuadra de Chicago, sacó un roletazo que amenazaba con internarse al jardín izquierdo pero de repente, el campo corto del conjunto de Los Ángeles Kike Hernández, realizó una jugada típica de Grandes Ligas donde, sin componer la figura, metió un riflazo a la primera base y en donde todavía, Max Muncy a bote pronto, tomó la esférica para completar uno de esos out que se consideran de fantasía.
Eso no fue lo más espectacular sino que después, el comentarista Luis Alfredo Álvarez, dijo algo que nunca se me olvidará y que ojalá, un día todos los deportistas pusieran en práctica cuando señaló: "KIKE HERNÁNDEZ, ESTÁ JUGANDO CADA PARTIDO COMO SI FUERA DÍA DEL NIÑO" ¡Qué maravilla! porque pensé que este muchacho que es uno de los que están sustituyendo a Corey Seager, sale todos los días al diamante pensando que lo están viendo un mundo de niños o que juega un deporte que disfruta como un mocoso y que sabe que le da de comer tanto a él como a su familia.
Y todo al menos se ve, que Guillermo Ochoa salió de igual manera aunque la diferencia, es que sus ingratos compañeros lo dejaron solo contra el universo y permitieron que le apedrearan el rancho ya que una vez más y para no variar, nuestra selección de futbol, se quedó estancada en el cuarto juego en una Copa del Mundo y quizá, el sueño del anhelado famoso quinto partido en la máxima justa de este deporte, se tendrá cuando muchos de nosotros, ya no estemos aquí pero ojalá y después de lo sucedido el pasado lunes en contra de Brasil, los altos jerarcas de la femexfut, se pongan en verdad a trabajar dejando a un lado los intereses económicos y busquen el más alto bien de esta disciplina donde parece que siempre somos una comparsa y nos presentamos como un cheque al portador contra el rival que nos toque en octavos de final.
Yo soy de la idea de que, el entrenador nacional, tiene que ser nacido en nuestro país o que, si se toma la decisión de ser un extranjero, debe de ser alguien formado aquí porque quiérase o no, donde pienso que la actuación más decorosa de la selección en un certamen de esta naturaleza, fue en México 86 aunque Lapuente le diga a los cuatro vientos, de que no ha existido una como la que participó en Francia del año de 1998 donde se perdió en octavos frente a los germanos.
Era una verdad dura y severa que, después del partido en contra de Suecia, este equipo estaba careciendo de punch y aunque se diga que era mejor enfrentarse a Suiza en octavos para seguir soñando, cualquiera que se te ponga en el camino te debe valer progenitora porque para lograr el objetivo y poder mantener la ilusión de continuar con vida, al rival que tengas enfrente hay que encararlo con agallas y con el corazón bien puesto sin importarte quién sea.
Muchos de los jugadores actuales, habían manifestado de que se encontraban con la plena y absoluta seguridad de que llegarían a la final y que levantarían la copa aunque la verdad sea dicha, eso sonaba utópico porque por más que busquemos creer en esta fantasía, tendrían que pasar años luz para tener siquiera la ilusión de que esto llegue a suceder porque esta generación, es parte de aquella que, en el 2005, vencieron a los brasileños en Lima, Perú donde conquistaron el campeonato sub-17 con Carlos Vela y Giovani dos Santos.
Hasta pronto, Qatar 2022.
