A los cinco años de edad, la poliomielitis convirtió a Francisco Javier Chapa del Bosque, mejor conocido como el "Profesor Zovek", en un niño discapacitado que estaba condenado a pasar el resto de su vida postrado en una cama, pero a base de ejercicios y lecturas de los grandes héroes mitológicos superó esa discapacidad con la ayuda de uno de sus tíos, cardiólogo de profesión, quien decidió rehabilitarlo con una tabla y un tabique.
Todo el tiempo que duró la rehabilitación, ambos guardaron el secreto, hasta que un día su tío reunió a la familia de Zovek y para asombro de todos caminó. "Milagro, milagro'' gritaban sus padres, a lo que él respondió: "Nada de milagros, es mi propia voluntad la que me ha hecho caminar''. El "Profesor Zovek" nació el 13 de abril de 1940 en la ciudad de Torreón, Coahuila, en el seno de una familia de clase media. Sus padres fueron don Francisco Chapa González y doña Julieta del Bosque, quienes le inculcaron una educación rígida, fiel a las costumbres de su época.
Cuando Francisco Javier ingresó a la escuela Primaria todavía se encontraba débil. Ante los abusos de los demás niños su tío le aconsejó que practicara lucha libre y artes marciales para obtener fortaleza y condición física, posteriormente practicó yoga, telepatía y mentalismo, una combinación filosófica oriental llevada a la práctica. Se convirtió al chamanismo como religión y como Chamán tenía un dominio sobre los campos electromagnéticos de la tierra. Vivió su infancia y juventud en avenida Bravo número 632 Oriente de esta ciudad, entre avenidas Comonfort y Francisco I. Madero.
Vecinos del rumbo recuerdan al Profesor Zovek como un joven entregado al físico culturismo, quien tenía en casa su propio gimnasio, al cual invitaba a muchachos de su edad para que se mantuvieran en forma y no cayeran en vicios. Tenía tres hermanos: José, Eduardo y Marisol Chapa del Bosque, menores que él.
El mensaje del Profesor Zovek al final de sus presentaciones era: "Todo ser humano posee un gran potencial que debe ser desarrollado a través del acondicionamiento físico y mediante una evolución mental y espiritual''. En 1958, a los 18 años de edad, aún como Francisco Javier Chapa del Bosque, hizo una demostración de fuerza al jalar con los dientes dos automóviles y dos camiones. También levantaba una tarima con ocho personas sobre ella.
En 1968 el lagunero dio a conocer Vuelo sin Escalas, un método que acercaba al individuo a la perfección física. Este sistema de acondicionamiento fue aplicado a jóvenes, miembros del Ejército Mexicano, integrantes del Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE) y alumnos de escuelas Primarias con excelentes resultados.
El seis de enero de 1969 realizó su primera gran presentación en un festival organizado por el Instituto Nacional de Promoción y Protección de la Infancia en el Palacio de los Deportes realizando un escape de una camisa de fuerza. Ese mismo año y ya con el nombre de "El Increíble Profesor Zovek'' hizo su aparición en un programa de televisión e implantó un récord al realizar en cuatro horas y 55 minutos 8,350 abdominales.
El espectáculo que presentaba el lagunero tenía varias facetas: fuerza, escapismo y resistencia. Uno de sus actos más peligrosos y espectaculares fue en el que se introdujo en una caja de madera a la que se le roció gasolina y prendió fuego; segundos más tarde, Zovek se había escapado. Otros de sus actos de fuerza eran detener con los dientes diez motocicletas en marcha, cargar un Safari de la Volkswagen lleno de gente o soportar el peso de una Combi con el abdomen.
Zovek no sólo se limitaba a presentar su espectáculo, al iniciarlo explicaba al público cómo se había preparado para ello. Sus grandes actuaciones lo llevaron al cine mexicano filmando la película "El Increíble Profesor Zovek'' con los actores Germán Valdés "Tin-Tan'', Lorena Velázquez, Nubia Marti y José Gálvez. Filmó también Blue Demon y Zovek.
Su trágica muerte ocurrió la tarde del 10 de marzo de 1972 en la Plaza de la Cruz de Cuautitlán, donde la gente se había congregado para ver la espectacular llegada de "El Increíble Profesor Zovek'', quien descendería por una cuerda que colgaba de un helicóptero. Su presentación tenía como finalidad ayudar a un amigo, propietario de un circo, quien había sufrido la pérdida de su carpa a consecuencia de un incendio.
El helicóptero apareció de pronto en la escena de la tragedia, se ubicó a casi diez metros de altura, tal como habían planeado, pero cuando Zovek estaba descendiendo por la cuerda, el piloto Javier Merino Arroyo se elevó y empezó a dar vueltas a una altura aproximada de 30 metros. Colgaba de la cuerda Zovek, se balanceaba peligrosamente. El personal del circo, desconcertado ante lo que estaba pasando, advertía al piloto de lo que sucedía, pero éste extrañamente no hizo caso de estas indicaciones.
Después de estar suspendido y aferrado a la cuerda por un momento, Zovek se resbaló y cayó en la parte posterior de una fábrica de productos electrónicos. Testigos presenciales de los hechos contaron en su momento que cuando el helicóptero comenzó a dar la quinta vuelta, Zovek ya estaba hasta el extremo de la cuerda y fue entonces cuando se desprendió. Otro testigo comentó que la aeronave descendió cerca del sitio donde cayó el lagunero y cuando llegó la Policía se elevó y se perdió de vista.
La versión anterior fue confirmada en su momento por Diana Chapa Rocha, hija de Zovek, quien recordó: "No llegamos al lugar donde cayó porque estaba alambrado, pero vimos cómo bajó a piso el helicóptero, a cinco metros de mi papá. Vimos al piloto recoger la cuerda, se elevó y se fue''. La que llegó fue una patrulla para llevarlo al Hospital Civil, en donde a pesar de los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida, falleció Francisco Javier Chapa del Bosque a consecuencia de fracturas en cráneo, tórax y otras partes del cuerpo.
La noche de ese viernes diez de marzo de 1972 durante un noticiero televisivo de cadena nacional, el piloto Javier Merino Arroyo aseguró vía telefónica que era inocente de la muerte de Zovek, y que él había sentido el jalón de cuerda con el cual se le indicaba que podía elevar el helicóptero.
Han pasado 46 años de la trágica muerte del Profesor Zovek y sigue sin aclararse la verdadera causa de su muerte. Su cuerpo fue velado en la capilla de conocida agencia funeraria de la Ciudad de México, en donde se dieron cita sus admiradores, amigos y familiares, quienes lo acompañaron hasta la última morada. Su recuerdo sigue vivo entre los laguneros, quienes siempre se han sentido orgullosos de él.
Nunca se le ha hecho un reconocimiento en la tierra en donde nació. Sería justo que se colocara una placa en la casa donde vivió, la cual actualmente se encuentra abandonada, como un justo homenaje a este gran escapista lagunero, quien inspirado en las hazañas del gran Harry Houdini realizó las suyas.
¡Hasta el próximo miércoles!
