El volante James Rodríguez pasa frente al técnico José Pekerman durante un duelo del Grupo H. Colombia confía en su fortaleza
A diferencia de hace cuatro años en Brasil, Colombia debió sortear varios traspiés serios desde el arranque en Rusia: la expulsión de un duro volante de marca en el nefasto estreno ante Japón y las recaídas musculares de su estelar enlace James Rodríguez.
Pero ante las puertas de disputar su choque por los octavos de final, con James entre algodones y ante una enérgica Inglaterra que tiene en sus filas pólvora ofensiva, la selección cafetera pregona que tiene la fortaleza, las armas y el equipo para sortear cualquier otro obstáculo.
Desde que el técnico argentino José Pekerman tomó las riendas de Colombia, la motivación y la confianza que el entrenador infunde en los 23 jugadores han sido vitales tanto en la brillante campaña que tuvo el equipo Brasil, donde accedió por primera vez a los cuartos de final, como en la recuperación que le permitió sobrevivir la primera fase en Rusia.
Colombia buscará meterse nuevamente a los cuartos mañana, cuando se mida a la Inglaterra de Harry Kane, uno de los mejores artilleros en Rusia con cuatro goles en la primera fase.