El seleccionador sueco, Janne Andersson, a su llegada a la rueda de prensa posterior al entrenamiento que celebró el equipo esta mañana en la Ekaterimburgo. (EFE)
El técnico de la selección sueca Janne Andersson dijo ayer que su equipo ya dejó atrás la amarga derrota ante Alemania además de los insultos racistas dirigidos al mediocampista Jimmy Durmaz en redes sociales.
Andersson afirmó que la derrota hizo al equipo "más fuerte, más confiado" debido a que Suecia pudo empatar con los campeones defensores "excepto por los últimos 10 segundos".
Suecia se enfrenta el miércoles a México para concluir la fase de grupos y aún tiene la oportunidad de avanzar a los octavos de final.
México encabeza el Grupo F con seis puntos, pero aún no está a salvo. Si Alemania derrota a Corea del Sur en Kazán y Suecia supera a México, los tres equipos finalizarían con seis puntos, lo que daría pie a los criterios de desempate en el que la diferencia de goles es el primero de ellos.
El equipo además emitió un comunicado condenando los insultos a Durmaz, quien cometió la falta de la que se originó el gol de la victoria alemana.
"Es importante que podamos dejar eso atrás", subrayó Andersson.
