Caballero debutó a los 36 años en el arco de Argentina en un amistoso ante Italia en marzo pasado y protagonizó una actuación que le valió elogios. Caballero pone en jaque a Argentina
El don que le dio a Wilfredo Caballero la titularidad en Argentina se volvió su condena.
El guardameta fue máximo responsable en el primer gol que desencadenó la estrepitosa caída 3-0 ante Croacia ayer, que dejó al dos veces campeón del mundo al borde de la eliminación en el Mundial de Rusia.
Caballero, que se suponía dúctil para jugar con los pies, tocó corto al zaguero Gabriel Mercado pero el delantero croata Ante Rebic interceptó el balón y de primera definió por arriba del guardameta.
El arquero argentino golpeó el césped con las manos en señal de frustración y luego se tomó el rostro.
Fue el prólogo de una pesadilla.
En el segundo gol de Croacia, Caballero no tuvo mucho que hacer en el letal remate de Luka Modric. En el tercero, despejó un disparo de Ivan Rakitic pero con la mala suerte que el rebote fue hacia Mateo Kovacic, que jugó otra vez para el volante del Barcelona y éste concretó con el arco a su disposición.
Desde el primer gol Caballero convivió con insultos de los hinchas argentinos que colmaron el estadio de Nizhny Novgorod cada vez que tocó la pelota.
"No creo humano achacarle la responsabilidad a Caballero", dijo el técnico Jorge Sampaoli tras la derrota. Sin embargo, reconoció que "después de la desgracia del primer gol nos costó mucho, no tuvimos argumentos futbolísticos para modificar la historia. Todo fue más cuesta arriba desde lo emocional".
Lo irónico es que Caballero ataja en el mundial porque, a entender de Sampaoli, tiene más facilidad para la salida corta con los pies que los otros aspirantes al puesto.
